lunes, 23 de marzo de 2015

Love Desire IX

 photo fd642de1-fb3e-472c-a2fd-e79562165ca4_zpsfd54a3fa.jpg


Titulo: Love Desire

Autor: Jung Naomi

Pareja:  YunJae

Extensión:  9/?

Resumen: ¿Amor? ¿Obsesión?

Después de que TVXQ! Y JYJ siguieran sus caminos los años han pasado con mucha rapidez. Ya no son niños inocentes, tampoco esos jóvenes adultos que se dejaban llevar a través de los impulsos. Y tal vez, era esto lo que más se lamentaba Kim JaeJoong. Después de una última discusión nunca más se había cruzado en el camino de Jung YunHo.

¿Pero será casualidad o destino? Algunas cosas están escritas a volver a cruzarse y luego de años alejados es momento en que dos adolescentes irrespetuosos y egocéntricos terminen por hacer que se encuentren de nuevo cara a cara.


Kim HaRyu desconocía la historia de su padre con otro hombre, y sin darse cuenta caerá en las redes de un Jung.


Love Desire


Sus ojos se achicaron con suavidad, sintiendo como si el viento que corría en contra de él lo estuviera castigando por aquel momento. Y es que YunHo sabía que todo lo que estaban haciendo en ese momento estaba mal, que cualquier persona que los viera o llegara a reconocer los castigaría por lo que venían haciendo hace años a la espalda de la sociedad. Pero más allá del peso que le significaba saber que sus acciones no estaban bien, su atención estaba eclipsada por completo con aquella delgada figura. JaeJoong se encogía con suavidad dentro de aquel enorme abrigo que lo hacía ver ligeramente indefenso, pequeño ante él.

Podía ver sus labios carnosos moviéndose, expresando palabras tras palabras en un errático aliento que solamente mostraba su desesperación. YunHo respondió sin vacilar, moviendo apenas sus manos en el aire en un intento de hacerle comprender al mayor su postura. Pero el otro se mantenía negando con su cabeza de un lado al otro. Como si ambos estuvieran hablando en idiomas diferentes, como si fuera imposible llegar a comprenderse. Pero por más que el bailarín hubiera estado enojado, todo se detuvo como si fuera una pintura cuando notó cómo lágrimas caían de esos enormes ojos negros. Convirtiéndose cada una de ella en un puñetazo directo en su pecho, uno tras otro, llenando de angustia y la impotencia que le propinaba cada una de las palabras que salían de Kim JaeJoong.

Tal vez, a sus treinta y pico de años aún era alguien demasiado ingenuo. Pero solamente en ese instante que notó lo quebrado que se encontraba el ser que más amaba era que se daba cuenta lo dañino que el amor podía ser. En un intento vano su mano se extendió en dirección al mayor, aunque en respuesta este se alejó de él. Punzando un poco más profundo aquella daga que se había insertado en su corazón.

-No… No me toques.-

Su voz era ahogada y pesada, pero diferente al tono que con anterioridad había escuchado. YunHo parpadeó un par de veces, como si buscara aclarar sus ojos en medio de aquella ventisca helada. Notando cómo el cuerpo de JaeJoong era centímetros más pequeños que antes, y cómo aquel cabello, que con anterioridad era tan negro como la noche, ahora eran hebras rojizas que caían descuidadamente por todo su rostro.

-¡Te dije que no te acerques!-

Gritó de nuevo y elevó su rostro. Dejando ver aquellas facciones aniñadas de un adolescente. Uno que YunHo conocía a la perfección.

-HaRyu…-

Sus ojos se abrieron abruptamente y su torso subía y bajaba en una respiración agitada. La imagen de aquel parque había desaparecido por completo y sus ojos algo dilatados observaban solamente el techo oscuro. Apoyó una de sus manos en el colchón y elevó su torso, sintiendo cómo toda su piel se encontraba perlada de un sudor frío, haciendo que YunHo ahogara un quejido mientras deslizaba los dedos de su izquierda por su cabello para tirarlo hacía atrás.

Hace muchos años que aquellos recuerdos habían dejado de ser pesadillas recurrentes en sus sueños. Normalmente lograba consolarse entre los brazos de su esposa y con la cálida presencia de su hijo; pero en ese momento se encontraba demasiado lejos de lo que consideraba su hogar.

Por el rabillo de sus ojos controló que aún no eran ni las cuatro de la mañana y se dejó desplomar en la amplia cama de ese hotel, dejando que su mente divagara. No es como si en todo aquel tiempo lejos de él no se hubiera imaginado encontrarse una vez más con esos profundos ojos de Kim JaeJoong, pero aquel momento que había vivido se encontraba lejos de cualquier comprensión. No solamente por la forma en que había sido vilmente engañado por su esposa, sino porque sentía que había tenido a HaRyu en frente suyo en todo momento y él mismo se había cegado a algo tan evidente.

-¿Desde hace tiempo que te tengo tan cerca?- preguntó en la solitaria habitación, extendiendo su mano con suavidad hacía arriba, como si con aquel simple gesto pudiera alcanzar a la imagen borrosa de JaeJoong en aquel parque nevado. Recordando con claridad cómo sus ojos habían destilado odio al observarlo. -¿Tu corazón sigue tan dañado…?-

Nadie respondió a su cuestionamiento. Aunque a unos kilómetros de aquel lujoso hotel, JaeJoong sintió una incomodidad lo suficientemente fuerte como para que sus parpados temblaran y se fueran abriendo con lentitud. Por unos segundos pensó que alguien lo había llamado sacándolo de sus sueños; pero de inmediato descartó aquella posibilidad. Estaba solo dentro de su estudio, que había cerrado con llave para mayor privacidad.

Sus manos se apoyaron sobre las teclas del piano al enderezar su espalda. Sin recordar en qué momento se había quedado dormido allí, pero sin importarle realmente. Ladeó su rostro cansado para ver la botella de wisky destapada a un costado y la copa que había sido su única compañera esa noche. La llenó de nuevo y la llevó a sus labios para beber en un solo trago, dejando salir un pequeño quejido lleno de lamento mientras se apoyaba de nuevo sobre el instrumento que emitió una sutil melodía descoordinada.

Deseaba seguir llorando todas aquellas lágrimas que durante años habían estado atravesadas en su garganta. Pero simplemente le ardía. Cerró una vez más los parpados, sintiendo como si realmente no hubiera pasado días desde la última vez que había visto a YunHo; deseando que su hijo no hubiera actuado a sus espaldas de esa manera. Simplemente hundido en su propia tristeza.

Love Desire

La mañana siguiente seguía haciendo frío, por lo que TaeHyun subió un poco más su bufanda cubriendo la mayor parte de su rostro, apoyando su espalda contra la pared mientras sus ojos repasaban el camino hasta que pudo divisar al fin aquella pequeña figura que estaba esperando. Sin embargo la sonrisa que se había formado en sus labios se desvaneció cuando notó cómo el paso de HaRyu era lento, y sus hombros se encontraban más curvados de lo normal.

Aun así esperó paciente hasta que él llegó a su lado y por primera vez lo miró, revelando las ojeras que coloreaban debajo de sus ojos y acentuaban un poco más su palidez. Shim era curioso, y no iba a dejar pasar esa situación, pero sabía moverse con sutileza. Le tomó de la mano, entrelazando sus dedos antes de empezar a caminar, intentando reconfortar a su compañero en silencio. Algo que HaRyu agradecía, porque solamente él comprendía el apoyo que necesitaba sin siquiera abrir sus labios.

Caminaron unas cuadras de esa manera, sin mediar palabra y sintiendo la calidez de sus pieles contra el frío de la mañana. Por lo que fue por voluntad propia que las primeras palabras del mitad japonés fueron pronunciadas.

-Jeong sunbaenim fue ayer a casa. Habló con mi padre con respecto a mi entrenamiento y… naturalmente descubrió que a sus espaldas estaba siendo preparado por una empresa.- comentó mientras que formaba una sonrisa, una mueca llena de culpa y de arrepentimiento.

TaeHyun a su lado se sorprendió un poco al respecto. Aunque deducía que ese simple hecho en sí mismo no había sido el problema.

-Así que… Tu padre se encontró con uno de sus ex compañeros de golpe y en una situación muy delicada.- su voz salió con naturalidad. Como si no estuviera revelando esos datos que sabía de antemano.

Pero supo que el menor no lo había tomado de la misma forma en cuanto se detuvo de golpe y soltó su mano. TaeHyun no se alteró al respecto y sus pasos cesaron tan solo a unos de él, volteando su cabeza para poder ver como los ojos de HaRyu estaban abiertos con miedo en su dirección.

-¿Cómo…?- su tono era más marcado, dejando entrever con facilidad cómo los nervios lo habían abordado.

-¿Cómo lo sé?- preguntó con cierta obviedad, avanzando en su dirección. Sonriendo con suavidad cuando estuvo tan cerca de él que tuvo que inclinarse con suavidad solamente para alcanzar sus labios en un corto beso, intentando transmitirle seguridad en ello. –Es natural que conozca la carrera de mi padre. Admiro mucho a ambos y crecí entre relatos de su grupo. Al principio no me di cuenta por el cambio de apellido. Pero en cuanto vi el rostro de JaeJoong sunbaenim fue como si la última pieza del rompecabezas apareciera.-

Han se sentía avergonzado. Porque era cierto que él era el único que había sido criado en una burbuja lejos de las raíces de su progenitor; pero le daba más pena el saber que TaeHyun lo sabía desde hace tiempo y aun así respetaba sus mentiras. Inevitablemente bajó su cabeza con las mejillas enrojecidas, mordiendo su labio inferior.

-Oye…- se quejó el mayor en cuanto notó que el pelirrojo le esquivaba la mirada; obligándole a tomar su mentón para que girara a verlo, logrando que sus ojos se encontraran. –Tranquilo. Entiendo tu silencio… Sé que nuestros padres no terminaron en el mejor término y que te criaste en Japón. No estás acostumbrado a todo esto, ni que todos conozcan su historia.- 

HaRyu se mordió la lengua para no confesarle que el saber que todos sabían esa historia menos él le torturaba. Pero en esos momentos solamente se dejó reconfortar por las suaves palabras de su pareja. Este con amabilidad empezó a caminar, guiando al menor de aquel enlace que sostenían sus manos, sonriéndole con confianza mientras retomaban el camino al instituto.

-Tae… ¿Tú conoces historias sobre el tiempo en que ellos eran compañeros de grupo?- preguntó en voz baja. Resguardando un poco su rostro en su abrigo al mirarlo algo cohibido.

Aquel simple gesto fue adorable ante los ojos de Shim, dejando que soltara una pequeña risa y asintiera con su cabeza.

-Muchas. Papá ChangMin ahora no lo habla mucho; pero antes, cuando era un niño, él y YunHo sunbae solían contarme muchas anécdotas.-

Los ojos de HaRyu no disimularon aquella emoción que le provocaba el saber más sobre esa etapa de la vida de su padre y, fuera de los malos comentarios, saber más de la imagen que tenía en Corea. Por lo que una charla amena se mantuvo entre ambos en el corto recorrido que quedaba hasta llegar a las puertas del instituto.

Pero antes de que pudieran ingresar, TaeHyun fue detenido por un suave llamado. Le sorprendió ver a JiHyuk allí, que por primera vez ignoraba por completo a HaRyu y pedía hablar con él en privado. Tal vez eran los años juntos, pero a los ojos de Shim, su amigo de la infancia era muy transparente y notó con facilidad la urgencia en sus ojos.

-¿Me disculpas por no acompañarte hasta el curso? Prometo seguir contándote en el receso.- susurró con algo de arrepentimiento al menor de los tres.

Sin embargo, el pelirrojo le quito importancia. La seriedad que emanaba Jeong en esos momentos lo hizo sentir algo sofocado, como si el enojo que tuviera el delegado de su curso fuera su culpa; por lo que se alejó de ellos dos con algo de apuro.

-¿Sucedió algo con JiYool ssi?- preguntó intentando intuir de que se trataba mientras se apoyaba a su lado, alejándose un poco del portón de ingreso. Pero de inmediato tuvo una negativa de su parte con un gesto de su cabeza. -¿Entonces? Hace tiempo no te veía de esa forma.-

JiHyuk torció con suavidad sus labios y evadió unos segundos su mirada. Porque aunque no lo demostraran abiertamente, TaeHyun era la única persona en la cual podía confiar.

-Papá no durmió en casa anoche.- comentó con cierto pesar en su voz, arrugando con suavidad su nariz en ello. Y a la sorpresa de su amigo, prosiguió. –Anoche llegó con mamá algo más tarde de lo normal. Estuvieron discutiendo en la oficina y luego él se fue. No volvió a desayunar así que supongo que directamente se dirigió a la empresa.-

Shim compartió su confusión y, aunque dudó unos segundos, se animó a hablar.

-Algunas veces los padres discuten, JiHyukkie. La primera vez que pasó entre mis padres me preocupé mucho, noona hasta lloró esa noche. Pero al día se juntaron a hablar y solucionaron las cosas. Según me dijo mi padre ChangMin, algunas veces es mejor no hablar enojados y ser adultos una vez las emociones estén controladas.- dijo llevando su mano a apoyarse sobre el hombro ajeno.

-Sé que no es tan raro pero…- susurró dejando salir un fuerte suspiro. –Jamás discutieron de esta forma, Tae. Nunca papá perdió la compostura. No lo pude ver porque estaba cerrada la puerta, pero él jamás le levantó de esa forma la voz a mi madre. Ni siquiera pasó a verme, simplemente se fue.-

TaeHyun comprendía la preocupación de JiHyuk, al fin de cuentas el matrimonio Jeong siempre había resaltado por la perfecta armonía que tenían entre ellos. Por unos segundos pensó en si tal vez esa historia se entrelazaba con la que HaRyu le había contado momentos antes, si la discusión había sido a raíz de la presencia de JaeJoong. Pero supuso que no era tan relevante como para ser considerado, por lo que no lo mencionó.

-Dale algo de tiempo a YunHo ssi. Algunas veces los adultos también necesitan hacer rabietas. En todo caso puedo acompañarte hoy a verlo en la empresa, seguro que estará allí. ¿Qué dices?-

JiHyuk sonrió con suavidad mientras asentía con su cabeza, murmurando un leve “gracias” que fue opacado por el sonido del timbre que anunciaba el comienzo de las clases.

Love Desire

A pesar de haberlo intentado, YunHo no había podido conciliar el sueño de nuevo después de aquella pesadilla; y el cansancio lo atormentaba en ese momento. Su espalda le dolía y sentía fuertes contracturas en la zona de su cuello. Su postura no era recta como los otros días, sino algo fatigado sobre su silla acolchonada en su oficina. Pero no le preocupaba mostrarse de esa forma en frente de la única persona que estaba presente.

ChangMin aún no salía de su sorpresa, meciendo inquieto la taza entre sus dedos mientras arrugaba su nariz, mostrando su molestia.

-¿Es decir que el mocoso nos mintió y tuvimos al hijo de JaeJoong en nuestra nariz todo este tiempo?- preguntó con clara incredulidad. Los ojos cansados del mayor le mostraron que a él tampoco le hacía mayor gracia la situación. -¡Me siento estafado!- se quejó entre dientes, sacudiendo su cabeza. –Aunque en realidad me siento estúpido. Ahora lo veo tan obvio… su voz, su personalidad, esa mirada. Es exactamente la misma que JaeJoong hyung cuando lo conocí.-

YunHo sabía que ChangMin lo comprendía a la perfección en ese momento, consiguiendo que en sus gruesos labios se formara una sonrisa amarga.

-Podrás reírte al imaginar mi cara cuando los tuve a los dos en frente mío. Era como tener una foto del pasado y otra del presente juntas.- bajó su mirada para verter azúcar dentro de su café mientras hablaba. –Aunque te darás cuenta que a JaeJoong le hizo menos gracia. Sentí que estaba ofreciendo vender a su hijo a Corea del Norte cuando le mostré el contrato.-

El CEO de Majestic no pudo ocultar la risa sarcástica que aquello le había provocado. Acomodó su espalda en su asiento y cruzó sus piernas en la postura imponente que siempre mostraba.

-No me sorprende. Ni que nos mintiera ni que se lo ocultara a hyung. Aunque lo creí algo distraído, Han HaRyu es más inteligente de lo que aparenta. Desconozco qué le habrán dicho con respecto a la SM, pero tenía claro que si quería tener una oportunidad debía mantenerse en las sombras.- ChangMin señaló algo obvio que YunHo ya lo había pensado, pero que sonaba con mayor lógica de los labios de su antiguo compañero y actual socio. -¿Qué piensas hacer? ¿Anularás la propuesta?- preguntó ya envuelto por curiosidad, tomando su café para beberlo.

La idea que ahora mencionaba era algo que se había cuestionado con seriedad. Sin embargo negó con un movimiento de su cabeza.

-De la misma forma en que no veo a JiHyuk como mi hijo sino como un aprendiz más, HaRyu llegó a ser considerado por sus habilidades, no por ser “el hijo de…”. Creo que es ley pareja mirar a ambos de la misma forma.- Hizo un pequeño silencio mientras dejaba salir un corto suspiro. –Pero ignoro si JaeJoong le permitirá pisar de nuevo esta empresa. Seguramente lo sabremos hoy a la tarde.-

Shim meditó esas palabras unos segundos mientras entrecerraba sus ojos, consiguiendo que el mayor supiera que estaba tramando algo y lo mirara con curiosidad mientras bebía de su desayuno.

-¿No es conveniente que los cinco nos reunamos para evitar esta clase de malentendidos?- lo sugirió con cautela.

Pero no tuvo tiempo ni de pensarlo antes de que YunHo dejara de lado su café y negará de inmediato.

-Para nada. Prefiero no tocar temas personales con JaeJoong. Menos ahora.- aseguró mientras su cuerpo se tensaba, enderezando su espalda.

-Pero hyung~ …- soltó de inmediato el menor, siendo abruptamente cortado de nuevo.

-Pero nada… Tú no viste cómo me observaba, ChangMin. Fue suficiente para saber que el abismo que se formó hace dieciséis años atrás es más profundo que antes.-

No fueron las palabras en concreto lo que detuvieron a Shim de insistir, sino que era la primera vez que notaba la voz de YunHo flaquear. Por lo que se calló, asintiendo.

No les molestaba el silencio entre los dos, pero en aquel momento el flujo de los pensamientos de ambos iban totalmente contrarios; por lo que cuando su secretaria le anunció la presencia de MinHo, le indicó ingresara con total libertad; recibiendo la presencia de Choi minutos después.

-Buenos días, sunbae.- saludó con naturalidad el carismático hombre, sonriendo un poco más al ver a su esposo allí. –BoAh ssi está esperándolo en la sala de reuniones en el primer piso.-

Aquel anunció fue esperado para él. Al final de cuentas él también deseaba poder hablar con ella con la calma que había ganado en una noche. Terminó su café y se incorporó de su asiento, tomando el legajo de Han HaRyu que se encontraba sobre su escritorio.

-Gracias por venir, Minnie.- le dijo sonriendo, porque a pesar de cualquier diferencia la calma que tenía con su eterno compañero era algo único.

-Me debes una cena con sake. ¿Qué te parece?- preguntó en forma divertida mientras lo veía retirarse de la oficina.

YunHo rió sin poder evitarlo y asintió. La relación entre ellos dos era algo que jamás iba a cambiar y lo agradecía.

-Trato. Solamente les pido que no tengan sexo sobre mi escritorio.- le indicó cuando pasó al lado de MinHo para salir.

-Tsk~ Amargado.- se quejó el CEO de Majestic, consiguiendo una queja en voz alta de parte de su esposo avergonzado.

Jeong sonrió en respuesta mientras que los dejaba a ambos en su oficina. Ambos eran como su familia, por lo que tenía la suficiente confianza como para bromear libremente con ellos. A medida que iba caminando por el pasillo hasta el elevador y presionaba el botón del primer piso, intentó mantener aquel buen humor.

Cuando abrió la puerta de aquel salón de reuniones no le sorprendió ver la figura pequeña de su esposa firme. Se notaba el cansancio en sus ojos, pero en ningún momento pareció retroceder a medida que él se iba acercando. Se miraron por algunos segundos, estando uno frente al otro, antes de que fuera ella quien acortara la distancia, abrazando su torso con fuerza. Algo a lo que YunHo no se negó, al contrario, le correspondió con la misma intensidad.

Porque BoAh significaba todo lo que había construido en esos años. El prestigio de la empresa, una relación estable y la familia que de niño había soñado cada día. Absolutamente todo lo había conseguido de su mano y con el apoyo de esa mujer que temblaba ligeramente entre sus brazos. Por lo que ahogó un corto suspiro en su garganta.

-Debería decir que lo siento, lo sé…- sintió el suave susurro sobre su cuello. BoAh hablaba en forma pausada, pero firme. –Pero no lo hago… No lo lamento para nada.- la sinceridad abrupta de la menor era algo que terminó por arrancarle una pequeña sonrisa amarga entre sus labios.

-Sé que no lo haces.- confesó con aquel tono amargo, pero aceptando sus sentimientos honestos. Cerró sus ojos, intentando recordarse una y otra vez que nadie más que él había sido quien había seleccionado ese camino.

Love Desire

Cuando YooChun hubiera llegado al departamento de los Han, le costó conseguir que su alma gemela le abriera la puerta. Siendo la persona más cercana a JaeJoong, no le insistió en un primer momento. Abrió las ventanas que tenía el estudio de música para que el aroma a alcohol saliera y a pesar de haberle preparado algo ligero para que desayunará, hace media hora que el cuerpo del mayor se encontraba desplomado en el sofá mientras él estaba en el piano tocando suavemente una melodía.

Intentaba ser paciente, no apresurarlo y, de la misma forma en que lo había hecho HaRyu con TaeHyun, unos minutos más tarde le contó lo que le había sucedido. YooChun detuvo su acción contra las teclas para poder verlo, intentando comprender con exactitud sus pensamientos.

-¿Entonces por ello te quedarás aquí encerrado hasta que la agencia cancele todas tus actividades de hoy?- preguntó bajando el resguarde del teclado para poder apoyarse allí y verlo.

Pero aquella aclaración solamente sumó irritación en el cantante rubio; bufándose y girando su cuerpo en el sofá para darle la espalda por completo a su amigo.

-Púdrete.-

Park elevó apenas sus cejas a esa respuesta. Tentado a reír pero conteniéndose al saber que, aunque el mayor estuviera comportándose como un niño con su primera decepción amorosa, la situación iba más allá que algo tan sencillo. Se levantó de su sitio para acercarse a él. No tuvo reparo en ocupar el sitio vacío a su lado en el sofá y rodear entre sus brazos la delgada cintura del mayor, acercando sus labios hasta dejar suaves besos sobre su hombro hasta el blanquecino cuello. Lo sintió estremecerse y encogerse entre sus brazos, haciendo que su manager sonriera.

-¿Qué te tiene así? ¿Que HaRyu te lo ocultará o haber vuelto a ver a YunHo?- preguntó con una voz demasiado baja, pero cerca de su oído para que él pudiera escucharlo.

-¿YunHo?- soltó su nombre como si realmente le quemara el pronunciarlo. –Jeong YunHo no es una preocupación para mí, deberías saberlo, soul. Hace años que enterré a ese hombre junto a mis sentimientos.-

YooChun sonrió, porque había una sola cosa de la que estaba seguro y no concordaba realmente con lo que estaba planteando JaeJoong. Aun así no le discutió, solamente repartió otros besos sobre la pálida piel que estaba expuesta para él.

-¿Entonces en tu mente solamente se encuentra HaRyu?- consultó mientras que detenía su accionar. Apoyando su mentón sobre el hombro que había desnudado.

-Sí.- mintió con total convicción, dejando salir un profundo suspiro. –Es que no lo entiendo, Chun… ¿Por qué? Lo hemos cuidado, con Ayumi le hemos otorgado la mejor educación en música y estoy seguro que cualquier productora estaría interesada en él. Pero… ¡¿Por qué se apresura?! ¡Es tan solo un niño! ¿Por qué en ESA empresa?- al fin las frustraciones de JaeJoong eran plasmadas una tras otra, sintiendo cómo de nuevo sus ojos le ardían y amenazaban con derramar lágrimas a pesar de que aún estuvieran enrojecidos e hinchados.

-Hemos hablado muchas veces de eso, soul. Ajustaste mucho las correas de HaRyu y él se te iba a escapar en algún momento, de la forma menos predecible.- aunque le estaba reprochando intentó ser suave, deslizando sus dedos por su cintura. –Él se parece demasiado a ti, creí que por ello el momento en que mostrara rebeldía estarías preparado.-

El cantante negó con su cabeza y cerró por unos segundos sus parpados. En cierta forma derrotado al saber que él tenía razón.

-Siempre pensé que estaría listo. Pero uno jamás está realmente preparado para ser padre.-

Era una reflexión que lamentablemente YooChun no podía negarle o aconsejarlo. Dado que fuera de su pequeña sobrina, hija de Yoohwan, no tenía experiencia y desconocía por completo el significado de ser padre. Pero por ello prefirió seguir reconfortándolo, escuchando cualquier queja que JaeJoong deseare expresar y sostenerlo entre sus brazos. Al fin y al cabo, de eso se trataba esa amistad que tenían desde hace tantos años.

Pero a pesar que el rubio mayor había conseguido cierta calma en esa forma, la melodía suave de su móvil lo hizo abrir los parpados. Había muy poca gente que tenía aquel número privado, y descartó de inmediato que se tratara de trabajo puesto que YooChun le había confirmado que había cancelado las actividades de ese día. Por lo que temió que se tratara algo con respecto a su hijo.

Sacó el aparato de su chaqueta y controló el número que no era reconocido. Y, aunque dudó en unos segundos, terminó atendiendo.

-¿Hola?-

Por unos segundos del otro lado de la línea hubo una respiración acompañada de un incómodo silencio, haciendo a JaeJoong vacilar si realmente había estado bien responder.

-Voy a cortar.- dijo de inmediato dispuesto a hacerlo, cuando una voz apresurada habló de inmediato.

-¡Espera, JaeJoong hyung…!-

Aquel tono de voz lo había escuchado hace relativamente poco tiempo, pero no comprendía por qué ahora lo llamaba. Miró a YooChun unos segundos y retomó el teléfono contra su oído.

-¿ChangMin ssi?- preguntó, necesitando asegurarse de que aquel tono de voz era acorde a sus recuerdos; logrando que Park lo mirara entrecerrando sus ojos.

-Jah, me recuerdas a la perfección, hyung. Es una agradable sorpresa.-

Park se alejó de JaeJoong y ambos se sentaron en el sofá en que con anterioridad estaban recostados. Pero al menor no le agradaba aquella situación, era consciente que su desconfianza se basaba principalmente en los celos que lo envolvían con respecto a la repentina cercanía entre JunSu y ChangMin.

-¿Una reunión contigo?-

La pregunta repentina de JaeJoong lo sacó de sus pensamientos y lo sobresaltó. YooChun susurró un “no” tajante, pero aunque el rubio había visto aquel gesto, dudó con sus labios entreabiertos; guardando silencio por algunos segundos.

-Está bien. Que sea en una cafetería, elije cualquiera y mándame la dirección.-

Love Desire

-Papá MinHo dijo que hoy me consentiría pidiendo la cena que más me gusta. Pero creo que ni aunque tuviera una fuente de chocolate derretido el dolor de mi cuerpo va a desaparecer…-

JiHyuk la miró de reojo y sonrió con suavidad, presionando con un poco de fuerza los dedos de ella que se encontraban entrelazados con los propios; dándole ánimos de esa forma silenciosa. Algo que JiYool comprendió de inmediato, correspondiendo esa pequeña mueca de los labios de su novio con una muy amplia, apoyando un poco su cabeza sobre su hombro mientras ambos seguían caminando.

Los alumnos del instituto estaban acostumbrados a ver a la pareja más famosa, y no les sorprendía verlos de la mano en los pasillos. Pero la presencia que desprendían JiYool y JiHyuk era tal que las miradas los acompañaban mientras caminaban en dirección a la salida.

-Sabías que así sería una vez logres debutar. Aunque tus esfuerzos están dando sus frutos. Hoy entraste entre los diez mejores del chart.- el menor no intentaba consolarla, sabía que ella era lo suficientemente fuerte para conseguirlo. Pero no podía disimular el orgullo que sentía.

JiYool ciñó un poco más sus manos y sonrió.

-Me lo comunicó mi manager hoy a la mañana. Es… genial. No supuse que en el debut tendría una repercusión tan favorable.-

-¿Por qué no habrías de tenerla? Eres una gran cantante y bailas mejor que el promedio de las solistas. Estás en un buen camino.- JiHyuk no se escatimaba en reconocer las virtudes y falencias de la mayor. Una persona a la cual sinceramente admiraba.

Aun así ella no se dejó avergonzar, más se impulsó a hablar; siendo la única que lo hacía, pero manteniendo en todo momento la atención de su novio en ella. Y, aunque estuviera entusiasmada en ello, notó con claridad cómo por el mismo camino que se estaban yendo venía su hermano menor. JiYool no se inmutó y siguió contando con respecto a su última presentación, al punto que JiHyuk no notó a TaeHyun hasta que hubiera pasado al lado de ambos sin dirigirle la mirada, de la misma forma en que ella lo había hecho.

Sin embargo, Jeong no era alguien fácil de manejar. Por lo que apenas hubieran estado fuera de las instalaciones del colegio, elevó una de sus cejas al verla.

-¿Qué se supone que fue eso? ¿Discutieron?- preguntó mientras caminaban aún. JiYool había insistido en acompañarlo hasta la empresa para los ensayos nocturnos del más pequeño.

-Cosas de familia. Nada importante.- aseguró ella con una sonrisa que parecía ser natural, sin bajar el entusiasmo que la caracterizaba. –Por cierto. ¿Ya saben quién será el nuevo miembro de su grupo? Escuché a mis padres hablar mucho de ello, pero jamás mencionaron nombre alguno.- comentó pretendiendo llevar el tema por otro camino.

JiHyuk la conocía demasiado como para saber que lo primero había sido mentira y que pretendía evitarle, pero no se quejó. Solamente aseguró mejor el enlace que mantenían sus manos y le permitió el cambio abrupto.

-Hay algunos rumores. Los chicos creen que se trata del mestizo taiwanes que es trainee de la sucursal de Busan. Pero los entrenadores no nos han dicho nada.- su voz era apacible, considerando seriamente aquella posibilidad.

-¿El de Busan? ¿El rapero?- preguntó la mayor, elevando un poco su cabeza al pensarlo, recordando haberlo visto un par de ocasiones dentro de la empresa. –Podría ser. Aunque creía que les faltaría un vocalista más potente, para rap ya te tienen a ti.-

-Opino igual. Pero es el único que creemos está calificado para debutar en tan poco tiempo. Además de que me están preparando para tener principalmente el papel de líder dentro del grupo. Tal vez creen que necesite apoyo en las otras ramas.- aquellas palabras eran su más profundo pensamiento, porque con ella solamente podía ser tan abierto en sus debilidades.  

Pero la mayor quedó entretenida con sus pensamientos unos segundos antes de poder responderle, riendo con suavidad mientras volvía la mirada a su pareja con una sonrisa perspicaz.

-¿Qué pasaría si es alguien nuevo? ¿Alguien como Han HaRyu?-

Observó por el robillo de sus ojos cómo la sonrisa del pequeño desaparecía por completo y una mirada de advertencia era dirigida a ella, consiguiendo que JiYool soltara una carcajada amplia, soltando su mano solamente para aferrarse por completo a su brazo izquierdo.

-Tranquilo, tranquilo, fue una broma.- aseguró ella subiendo apenas a la punta de sus pies para dejar un beso sobre su mejilla. –Él tiene talento, pero es demasiado novato para eso.-

El primogénito Jeong estaba de acuerdo en ello, pero prefirió no opinar al respecto. Al fin de cuentas, desde que el susodicho había entrado a la empresa que en su interior había un mal presentimiento.

Love Desire

-¡De nuevo! No largues todo el aire de golpe, intenta controlarlo.-

HaRyu asintió mientras que pasaba sus manos por su cabello para tirarlo hacía atrás. A aquellas alturas sabía que todo su aspecto era lamentable, y que seguramente cada rincón de su anatomía al día siguiente le dolería. Pero estaba seguro que ese entrenamiento iba a valer la pena.

Había terminado las clases y, como había sido su rutina habitual, se había dirigido a la empresa con el papel firmado por JaeJoong en su mochila. Pero apenas hubiera ingresado a las instalaciones, JunMyeong lo estaba esperando con una pila de papeles y un horario exclusivo que iba a seguir a partir de ese momento. HaRyu creyó que era una broma cuando controló que se le habían sumado más de tres horas diarias de práctica, pero la seriedad con la cual le estaba hablando su entrenador le había sacado cualquier duda al respecto.

JongDae se unió a ellos tan solo unos minutos después, siendo el encargado de ser el estricto profesor de canto. Ya había trascurrido cuatro horas desde que el entrenamiento había comenzado y aunque las energías del pequeño mitad japonés parecían haber ido disminuyendo, la exigencia que le pedían ambos artistas no lo había hecho.

-Es todo por hoy.- la voz apacible de JunMyeon lo detuvo al fin, acercándose lentamente en su dirección para extenderle una toalla y una botella de agua. –Lo hiciste bien hoy, Han. JongDae te alcanzará un libro en donde anotamos todos los errores que tuviste hoy. La idea es que lo leas durante la noche y tengas en cuenta esos detalles para el entrenamiento de mañana. ¿Está bien?-

HaRyu estaba algo asustado al respecto. No había terminado de recuperar la respiración y veía cómo el cantante veterano apodado Chen seguía escribiendo en el susodicho libro, naciendo en su pecho cierta inseguridad que nunca antes había sentido. Pero más fuerte que eso o el cansancio que estaba golpeando sus músculos, era el deseo de demostrarle a su padre que él podía triunfar y que no tenía por qué preocuparse. Iba a lograrlo.

-Gracias por el trabajo duro de hoy.- susurró cuando al fin había podido recuperar la respiración. Inclinando su torso en una pequeña reverencia luego de haberse secado el rostro con la toalla.

JongDae había concluido y se había incorporado de su sitio, trazando una sonrisa amplia que remarcaba apenas las ligeras arrugas en el contorno de sus labios. -Para comenzar fue un buen entrenamiento, HaRyu. Tengo confianza en que llegaremos con el tiempo estimado.- lo alentó mientras que le extendía el libro.

El adolescente asintió e inclinó su cabeza en agradecimiento, recibiendo dicho anotador para guardarlo en su mochila; acomodando esta sobre su espalda. Ahora solamente quería ducharse y caer dormido sobre su cama.

-Antes de que te retires, Han.- lo detuvo su entrenador al verlo a punto de marcharse. –El CEO Jeong desea verte en su oficina. Pidió que pasaras por allí cuando estuvieras desocupado. Dile a su secretaria tu nombre y ella te guiará.-

Aunque sabía que era probable que alguno de los jefes de la compañía deseara hablar con él; cuando SuHo lo había mencionado sintió como si algo cayera pesadamente por su estómago. Los nervios hicieron que sus dedos se ciñeran entorno a la correa de su bolso y asintiera algo torpe. Se despidió de ambos y con la espalda rígida caminó en dirección al elevador. 

Por los demás aprendices sabía que las oficinas estaban en el último piso, y que el séptimo era exclusivamente para Jeong YunHo. Por lo que intentó no sorprenderse cuando vio el elegante hall donde estaba una joven secretaria. Su tonada japonesa se notó un poco más de lo habitual cuando mencionó su nombre a pesar que la muchacha le hubiera sonreído e indicara que pasara.

Había una gran puerta de madera, que al abrirse revelaba una oficina que, con un gran ventanal, le devolvía la imagen de las luces de la ciudad junto a un magnifico cielo. Pero su atención era completamente atraída hacia el hombre que se encontraba detrás de su escritorio. Su presencia imponente no disminuía a pesar de encontrarse centrado en su escritura, y que los lentes de lectura solamente acentuaran un poco más el cansancio de sus pequeños ojos. Ni siquiera el sonido de la puerta al cerrarse había sido suficiente para que le prestara atención, por lo que en forma tímida el joven Han murmuró su nombre.

YunHo elevó su cabeza ligeramente desconcertado, parpadeando un par de veces antes de poder recordar que él mismo había citado al pelirrojo. Dejó a un lado la pluma con la cual escribía y se incorporó de su asiento.

-Joven Han, lamento mi distracción. Por favor, pasé y siéntese.- le indicó ofreciendo con su mano las cómodas sillas que había en frente de él. -¿Desea tomar algo? Debe de estar muy cansado.-

Jeong tenía fama de ser alguien cálido con los aprendices, pero era la primera vez que HaRyu lo sentía directamente. Aquella sonrisa amena y suaves movimientos, mientras sacaba los anteojos de su rostro para acomodarlos en su estuche. Pero lo que el menor no sabía, era que la intención de YunHo no era ser gentil, sino poder analizarlo. Aquellos movimientos torpes, la sonrisa tímida en sus gruesos labios o el cabello que desordenadamente caía sobre su frente. Por unos segundos, el CEO agradeció que su ex compañero jamás hubiera ocupado esa clase de rojizo; porque de otra forma su mente se sentiría débil.

-No, está bien, sunbaenim. JunMyeong hyung me dijo que deseaba hablar conmigo.- comentó en cuanto estuviera ya sentado en frente de él, encogiendo suavemente sus hombros. Dudó por unos segundos, pero adelantándose fue el primero en empezar a hablar. –Realmente lamento la situación de ayer.- su voz se escapó en un sutil tono de desesperación, bajando su cabeza. –No deseaba que mi padre se enterara de esa forma, tampoco engañar a la empresa, ni a usted. Estoy muy orgulloso de estar aquí y…- tomó aire profundamente para poder verlo. –Y realmente deseo seguir esforzándome.-

Yunho tenía la particularidad de planear todo previamente antes de citar a alguien. Ese día, luego de haber arreglado las cosas con su esposa, había decidido hacerle frente al hijo de JaeJoong; pero como un digno hijo de él, no dejó que empezara a hablar antes de adelantarse a los hechos. El menor estaba con miedo, se notaba en sus manos temblorosas. Pero aún tenía ciertas dudas que aclarar.

-Por tus palabras y la reacción que tuviste ayer, obviamente sabes que tu padre y yo fuimos compañeros. ¿No es así?- preguntó, y la mirada esquiva que le había dedicado HaRyu había sido su respuesta. –En todo caso, me gustaría saber. ¿Por qué lo ocultaste? ¿Por qué ocupaste el apellido biológico de tu padre y por qué falsificaste su firma? ¿Sabes? JaeJoong podría demandarnos por no haber corroborado ese punto y haberte hecho entrenar con nosotros sin su aprobación en el ingreso.-

Han sintió cómo el peso de sus acciones caía sobre sus hombros. Contrajo los puños sobre sus muslos mientras cerraba los parpados; terminando por abrirlos para dirigirle la mirada a su superior. Procuraba ser sincero con él y transmitirle eso en sus palabras.

-Yo no nací en Corea, sunbaenim. Desde que nací mis padres me han resguardado de la prensa, al punto que crecí en una burbuja que no me dejaba ver la realidad que tenía en frente de mis narices. Papá y mamá me mostraban que su carrera era la música, pero jamás me mostraron algo más que eso. Cuando decidí venir con mi padre aquí, comprendí que las cosas eran mucho más grandes de lo que pensaba. Los fans son diferentes, los medios son diferentes y la reputación de Kim JaeJoong también.- a medida que iba explicando sentía que su garganta se cerraba.

Era la primera vez que expresaba todos aquellos pensamientos en voz alta- Por primera vez se sentía vulnerable en frente de la mirada de alguien. –Usted sabrá más de esto que yo, porque papá rehúsa a contarme, pero cuando me inscribieron en el colegio decidieron que sería mejor que se mantuviera en secreto mi presencia. Papá no quiere que debute, no quiere que me exponga a lo que significa ser una figura pública. Él suele decir que sufrió demasiado al hacerlo…- a esta altura YunHo lo observaba con suma curiosidad, y sin poder evitarlo, sus ojos se achicaron a lo último mencionado. –Pero… Usted conoce la industria, sunbaenim. Sabe que actualmente tengo la edad que se requiere para aprovechar y poder ser el idol que deseo. Sé que lastimé a mi papá en ir contra su deseo, sé que le mentí… Pero yo no quiero ser el “hijo de Kim JaeJoong” yo quiero ser HaRyu. El que se hace valer por sus aptitudes.-

YunHo sabía que delante de él no se encontraba JaeJoong sino Han HaRyu. Pero la forma apasionada en que él hablaba y sus ojos brillaban en un dejo de desesperación era algo que ya había visto hace muchos años atrás. Una noche entre agotadoras prácticas, junto a otros compañeros aprendices habían dejado salir todas las frustraciones. Y aunque sus motivos eran notablemente diferentes, JaeJoong había susurrado con la misma determinación ese deseo de conseguir la fama por su talento; haciendo que ese recuerdo le cerrara la garganta a pesar de mantener sus ojos fijos en los oscuros del menor.

Aun así suspiró en forma ahogada, apoyando sus manos sobre el escritorio; dejando que por unos segundos se viera el cansancio acumulado en su cuerpo.

-Te comprendo, joven Han. Y entiendo tus motivos.- con aquellas palabras empezó a hablar, consiguiendo los hombros contraídos de HaRyu se relajaran apenas. Mientras YunHo apoyaba sus codos sobre el escritorio, acomodando su mentón sobre sus manos como soporte. –Permítame contarle algo.- susurró con una pequeña sonrisa en sus gruesos labios. –Cuando yo era menor que usted ahora, me escapé de mi casa.-

Aquella confesión sorprendió por completo al pequeño pelirrojo que abrió sus párpados grandes, olvidando por unos segundos sus problemas para saber más de su CEO.

-¿Sí? ¿Por qué? ¿Deseaban casarlo con alguien? ¿Lo maltrataban?- se atrevió a preguntar apresuradamente guiado por la curiosidad, tapando sus labios al haberse percatado de ello y susurrando un suave “lo siento” avergonzado.

Jeong rió divertido, y lo miró con verdadera comprensión.

-Para nada. Ellos son muy amables, me dieron una gran educación y me amaban. Pero mi padre deseaba un futuro muy diferente para mí. Él era abogado, uno de los mejores, y su sueño era que yo pudiera seguir su legado.-

Por unos segundos los ojos pequeños del hombre mayor dejaron de verlo para guiar su atención a un portarretrato que descansaba sobre el escritorio. Una foto algo vieja, pero que estaba llena de significados para él. Allí estaba junto a su difunto padre y a su madre después del primer concierto que habían realizado como TVXQ!

-Cuando su único hijo varón le expresó su deseo de ser bailarín, estuvo totalmente en contra. Me prohibió hacerlo. Por lo que unos días después me escapé con un amigo rumbo a Seúl. No me siento orgulloso de decir que dormí en una estación de tren, y que un amigo me acobijó durante un tiempo. Pero sí me siento orgulloso de poder decir que esa es la mejor decisión que pude haber tomado. Confiar en mí mismo, y demostrarle al mundo quién era Jeong YunHo.-

HaRyu estaba absorbido por el relato, sintiendo cómo su corazón latía con fuerza y entusiasmo. Con anterioridad había sentido una admiración natural por el CEO, pero ahora que sabía de primera mano aquella historia, no podía ocultar los sentimientos que le provocaba.

YunHo se incorporó de su silla para rodear el escritorio, utilizando este como un sostén para apoyarse y cruzando sus brazos sobre su pecho con una pequeña sonrisa.

-Sé que son situaciones muy diferentes, pequeño. Pero creo que el sentimiento el mismo. Así que si necesitas ayuda para que JaeJoong ah confíe en que haremos un buen trabajo con tu carrera, me comprometo personalmente a ayudarte.-

Después de varios segundos de contener la respiración, el joven pelirrojo sonrió entusiasta. Hizo un pequeño sonido inentendible en japonés antes de tomar su bolso, sacando de este el pequeño cuaderno en donde estaba la autorización de su progenitor; extendiéndole el papel.

-Le juro que es la firma de mi papá.- dijo de inmediato en cuanto los ojos de YunHo se centraron en aquel trazado que le sonaba tan familiar. –Él no está feliz con esto. Lo sé, pero confió en usted y en la empresa. Sé que cuando le demuestre que sin importar los obstáculos voy a triunfar, él me apoyará.-

Cualquier signo de duda o de miedo al entrenamiento se había esfumando. Y en el corazón de Han cada palpitar estaba embriagado en determinación. Algo que el mayor aceptó al recibir dicha autorización y dejarla sobre su escritorio, correspondiendo los sinceros sentimientos del menor con una sonrisa.

-Sé que será así. Ahora puedes retirarte, ve a descansar y mañana vuelve con estas energías. JongDae y JunMyeong son algo duros pero puedes confiar en ellos.-

Tal vez era demasiado atrevimiento de su parte; pero no pudo evitar extender su mano, revolviendo suave las hebras rojizas de aquel pulcro cabello. La mirada que HaRyu le había dirigido con aquella acción había pasado de sorpresa a la de un niño orgulloso. Asintió y con una reverencia pronunciada procedió a despedirse. Tomando su bolso antes de marcharse, prácticamente corrió eufórico por el pasillo fuera de esa oficina. 

YunHo se mantuvo mirando la puerta por donde se había marchado, perdido en sus propios pensamientos y recuerdos. En su cabeza, la imagen madura de su ex compañero rodeada de decepción por su hijo le atormentaba. Porque ahora que había podido hablar con él, comprendía que los miedos de JaeJoong habían sido la jaula de oro de HaRyu. Pero aunque no lo quisiera aceptar, su preocupación más grande rondaba alrededor del desprecio que había sentido hacia su persona.

Vaciló unos segundos en su sitio, girando su mirada hacía el paisaje nocturno de Seúl. Sacando el móvil de su chaqueta, marcó aquel número que su mente se negaba a olvidar; apoyando el auricular en su oído, solamente para sentir cómo la operadora le indicaba que era inexistente.

Una ligera sonrisa amarga se dibujó en sus labios, cortando la llamada y perdiendo su mirada.

-Ya nada es lo que era. ¿No es así, JaeJoongie?-

Love Desire

-No tiene por qué preocuparse, señor Kim. La señorita Zoey tendrá los mejores profesores y compañeros que estoy seguro la recibirán con gusto.-

El anciano que dirigía la institución le daba la confianza que JunSu necesitaba. Por lo que sin pensarlo más, asintió con una agradable sonrisa y se inclinó para poder firmar aquel papel que certificaba definitivamente a su hija como alumna regular de Hyundai.

Zoey a su lado movía sus piernas entusiasmada, sonriendo un poco más cuando su padre hubiera estrechado la mano del director. Era una sencilla reunión informativa, porque recién después del receso de invierno se incorporaría; creando la ilusión en la pequeña niña que podría estar cerca de aquel muchacho que había resultado su primer amor platónico.

Pero muy lejos de las fantasías de la pre adolescente, su padre recibía la lista de libros que iba a necesitar y los temas que debía tener en cuenta a la hora de ingresar en medio del cursado. Y con un último agradecimiento salieron de aquella oficina. Reconfortado por el suave canto de su hija, JunSu comprendía que era una buena decisión. Después de haber abandonado París por su trabajo, la niña se había rehusado a integrarse a su nuevo entorno, consiguiendo que una punzada de culpa latiera dentro del corazón del mayor; pero ahora sabía que solamente era cuestión de acostumbrarse y que ella se sintiera cómoda.

-Aunque es temprano podemos ir a cenar al restaurante que tanto te gusta, el que sirve pastas. ¿Te gusta la idea?- Propuso, consiguiendo con algo tan sencillo que Zoey se entusiasmara un poco más.

Ya habían salido de las instalaciones del instituto y prácticamente ya no veía alumnos con los distintivos uniformes. Pasó su dedo por la ranura que lo reconocía como el dueño del vehículo de color plateado que estaba estacionado y subió del lado del conductor; mientras que su hija obedientemente se acomodaba atrás, asegurando su cuerpo con el cinturón.

Controló que todo estuviera en orden para salir, pero el vibrar de su móvil lo detuvo. Pensó que tal vez se trataba de ChangMin, por lo que retrasó un poco su salida para desbloquear su teléfono. Pero cuando leyó el remitente su rostro quedó ligeramente contraído, oprimiendo su mandíbula.

Kakao talk de YooChun:

No te pido una última oportunidad para lo que una vez tuvimos. Solamente una última oportunidad para poder hablar como dos adultos. Sabes que tarde o temprano nos encontraremos. Una última charla, nada más.

No quería ser consciente de que su pulso se había disparado. Y aunque la tentación de ignorar el mensaje era demasiado grande, supo que en algo tenía razón. Él no pensaba irse de nuevo de Corea. Y de una forma casi macabra el destino estaba empeñado en unirlo una y otra vez a sus ex compañeros.

-¿Papá? ¿Estás bien?-

La dulce voz de Zoey fue suficiente para sacarlo de aquel encasillamiento. Susurrando una afirmación, tecleó con rapidez y envió dicha respuesta. Luego presionó el manubrio entre sus dedos ligeramente sudados por los nervios. No pensaba escapar más.

A unos cuantos kilómetros de ese sitio, el celular de YooChun vibró y se sorprendió al leer que había tenido una respuesta. Algo que le hizo dar un vuelco en el estómago.

Kakao Talk de Susu:

Te veré el sábado a las 13 en el restaurante del Hotel Place.

Love Desire

JaeJoong sabía que encontrarse con ChangMin era tener que dejar de escapar de los fantasmas que se habían creado desde hace más de una década atrás. Aunque sabía que en realidad no tenía ningún motivo certero para escapar del menor. El menor de sus ex compañeros no era el centro del problema, ni algo similar. Si alguna vez habían tenido rencor y odio entre sí por sus obvias diferencias en la demanda, eso había sucumbido mucho tiempo atrás.

Por todo aquel sencillo razonamiento es que se sentía un idiota al estar nervioso en la puerta de aquella cafetería, mientras que veía a un tranquilo ChangMin degustar una porción de pastel de chocolate. El CEO perteneciente a Majestic ignoraba su llegada debido a la atención a su comida, aunque parecía estar esperándolo. Y por unos segundos JaeJoong creyó tener en frente de él a aquel niño que había conocido hace más de treinta años atrás.

Suspiró con fatiga y ajustó los lentes oscuros encima de su nariz, caminando en su dirección hasta murmurar un suave “hola” corriendo la silla que se encontraba en frente de él. ChangMin lo observó curioso, como si fuera la primera vez que lo veía; dejando la cuchara sobre el pequeño plato de su té para tomar una postura más marcada; enderezando sus hombros, cruzando sus piernas y acentuando aquella sonrisa que achicaba uno de sus ojos.

-Me alegra el verte, hyung.- el tono empleado había sido suave, casi divertido. Algo que el otro no comprendió.

-Por algo deseabas verme. ¿No es así, Minnie ah?- musitó aquel apodo deslizando los lentes fuera de su rostro.

Ambos mantuvieron silencio cuando la camarera se acercó a tomar el pedido. JaeJoong vaciló unos segundos y aunque le tentaba pedir una botella de wisky, ese día había consumido mucho alcohol. Optó por un café cargado. Pero lo que le inquietaba era que en todo momento había sentido los profundos ojos de Shim puestos sobre él.

-¿Tan cambiado estoy que no dejas de verme?-

Con aquella pregunta el menor tomó de su té, relajando un poco aquel duro gesto que tenía por naturaleza.

-Debería decir lo contrario, hyung. Si no conociera a HaRyu creería que eres un vampiro. Pero por conocimientos, sé que los muertos vivientes no pueden tener hijos. A menos que seas uno de esos de los que brillan.-

La mención había sido tan sutil y en medio de palabras fuera de lugar, que a JaeJoong le costó pillarlo en una primera instancia. Parpadeó un par de veces y sus labios se abrieron un poco más, oprimiendo apenas su puño.

-Debí suponer que conocías a HaRyu, y que ya estás al tanto de todo.- dijo endureciendo sus facciones.

-Lo hago. Evidentemente no conoces los detalles, pero te sorprenderá saber que fuimos YunHo y yo quienes le tomaron la prueba de ingreso.-

JaeJoong se vio tentado a levantarse e irse de aquel sitio. Tenía la leve sospecha de que al parecer todos sabían lo que había estado haciendo HaRyu, todos exceptos él, que era su padre. Un sabor amargo circuló por su garganta y aprovechó que la joven les había traído su café para poder acomodar un poco sus pensamientos.

-¿Para eso es que me llamaste? ¿Para burlarte de mí?- preguntó a la defensiva, entrecerrando sus ojos y evadiendo su mirada.

-Puf~ ¿Qué edad tenemos, JaeJoong ssi?- por primera vez el tono de ChangMin no había sido cínico, sino de un evidente cansancio. Haciendo que elevara su cabeza a verlo. –Sé que mi carácter no es tan serio, pero tampoco soy un crío, hyung. También soy padre. ¿Lo sabías? Si alguno de mis hijos hiciera cosas a mi espalda no podría tomarlo ni la mitad de bien que tú lo has hecho.-

Por unos segundos solamente se sintió cómo Shim dejaba su taza casi vacía sobre el plato, y movía ligeramente la cuchara entre sus dedos. Aunque JaeJoong sabía que su ex compañero era padre de una parejita, al verlo había olvidado esos detalles; inclusive el hecho de que ambos tuvieran arriba de los cuarenta años. Su vergüenza lo obligó a morder apenas su labio inferior y beber de su café, intentando que lo fuerte de este aclarara sus ideas.

-Son un hombre y una mujer. ¿No es así?- preguntó por inercia, revelando en su mirada una ligera inquietud. –Lo escuché en las noticias.-

ChangMin retomó un poco su sonrisa, asintiendo al saber que el mayor estaba intentando relajarse.

-Así es. La mayor es JiYool, capaz la has visto, debutó hace muy poco. TaeHyun es un año menor que ella.- por unos segundos estuvo tentado a preguntarle si estaba al corriente de la amistad que mantenían sus hijos. Pero tenía el presentimiento de que no era así y no deseaba crearle más encrucijadas a JaeJoong, por lo que calló. –Seguramente pronto los encontrarás en los programas de televisión.-

El cantante rubio sonrió a tal mención, inclinando ligeramente su cabeza.

-¿Competiré con una de las hijas de mis ex compañeros? Ahora siento que la edad realmente me pesa en los hombros.- hizo un ademán con su mano, riendo.

Shim rió porque él también notaba el paso del tiempo cuando veía cómo sus hijos habían crecido. Pero sabía era algo inevitable. Ellos dos tampoco eran los mismos.

-Hyung~ ¿Supiste que JunSu me pidió ayuda para retomar su carrera en Corea?- aquella pregunta iba con cautela.

Aun así no era suficiente para que JaeJoong lo tomara con calma. Pero este asintió, dejando su taza sobre la mesa unos segundos.

-¿Es de eso de lo que deseabas hablarme, ChangMin?-

-Algo por el estilo.- dijo con sinceridad, olvidándose por unos minutos de su pastel para cruzar sus brazos. –Desde que tomamos rumbos diferentes sabía de tu carrera por los medios de comunicación, al igual de la de JunSu hyung en Europa; aunque de YooChun desconocía por completo su paradero. Fue hace unos cinco años que JunSu me habló un día que estaba en Corea.-

Kim escuchaba con atención cada una de sus palabras, sabía que si él le estaba relatando los hechos ocurridos hace un tiempo debía de tener algún sentido. Por lo que simplemente asintió con su cabeza para que prosiguiera.

-JunSu hyung nunca asimiló muy bien la muerte de su esposa. Y siempre que venía a Corea, era escapando de la prensa. Por eso me sorprendió un día recibir su llamada. Pero me di cuenta que en realidad solamente buscaba a alguien con quien hablar como en los viejos tiempos.- la última frase había repercutido en el pecho del mayor, pero no acotó nada. –Sé que las cosas entre ustedes no terminaron bien. Ni las tuyas con YunHo. Pero hay una realidad aquí, tú y YooChun regresaron a Corea. JunSu tampoco pretende irse. Y nosotros trabajamos con las industrias más grandes del mercado. Así que queda en sus manos, hyung. Yo no guardo rencor por ninguno. Pero depende pura y exclusivamente de ustedes cuatro el dejar los errores que cometieron en el paso allí. Mirar la vida que tienen ahora y seguir adelante.-

Cada una de las palabras expresadas por ChangMin había sido como una bofetada tras otra en sus mejillas. Lo miraba sorprendido, con los labios ligeramente abiertos mientras que su mano aún sostenía en el aire la taza que pretendía beber. Sin embargo su mente lo traicionó. Se sentía un niño siendo regañado por un adulto, algo realmente paródico. Por lo que no pudo evitar soltar una carcajada. Una risa que durante todo aquel día había estado oculta.

El CEO de Majestic lo miró desconcertado, considerando que tal vez decir todo de golpe había sido un shock emocional para JaeJoong. Pero cuando este lo miró con cariño sus ojos se entrecerraron con cierta desconfianza.

-¿Crees que lo digo en broma?- musitó ofendido.

-¡No! Para nada.- aseguró y negó con su mano libre. –En realidad, creo que me ahorraste unas cuantas terapias con mi psicológico, Min. Tienes razón. No digo que puedo perdonar a YunHo o que JunSu nos perdone. Pero HaRyu está ahora en la SM, en cada esquina sé que podría encontrarme con ustedes y a esta edad no estoy para andar escondiéndome de nadie.-

Cuando había decidido citarlo, Shim tenía grandes esperanzas de aquel encuentro. Pero sabiendo que el día anterior se había visto con YunHo, no pretendía demasiado. Sin embargo allí estaba Kim JaeJoong, tirando por la ventana cualquier clase de pronóstico, como siempre.

-¿Entonces está bien que arreglemos estas diferencias? ¿Y que tu hijo esté en la empresa?-

El mayor elevó su mano en el aire, indicando que espere un poco en sus conclusiones.

-Puedo hablarte por mí, ChangMin. Tener ayer al feliz matrimonio Jeong en mi departamento no fue agradable. Ni creas que voy a aceptar con facilidad lo de HaRyu. Sin embargo, no me opondré.- su izquierda descendió a acomodarse de nuevo en la mesa. –Durante quince años me hice la idea de vivir lejos de todo esto, de que mi vida sería mi hijo, mi mujer y YooChun. Aprendí a dejar de pensar en ustedes. De un día al otro todo cambió. Y no soy precisamente admirador de los cambios bruscos. Sin embargo, no cometeré los mismos errores del pasado. Deseo que JunSu realmente me perdone.-

Eso era mucho más de lo que esperaba, por lo que la peculiar sonrisa de Shim resplandeció sin ninguna vergüenza.

-Entonces me encargaré de que así sea.- dijo convencido de ello, con aire de suficiencia. –Pero hyung…- musitó en un tono serio. –No descartaría esas sesiones de terapias, realmente lo necesitas.- el tono serio que implementó no ocultó la forma que tenía el menor de reírse de él.

Pero JaeJoong volvió a carcajear.

Love Desire

Cuando estacionó en el garaje de su residencia, JaeJoong pensó que aquel día había sido una montaña rusa de emociones. La charla con ChangMin se había extendido por casi dos horas. Y aunque era mucho más de lo que se hubiera imaginado, no se arrepentía. Después de haber dormido prácticamente nada la noche anterior, su cuerpo se encontraba relajado y su mente más despejada.

Las luces se encontraban apagadas y se preocupó que a esa hora de la noche su hijo no hubiera regresado. Pero en cuanto abrió la puerta del living sus gestos se relajaron al verlo allí. Tendido a lo largo del sofá, con sus brazos sobre su abdomen y su cabello rojizo desparramado por todos lados. El adolescente ni siquiera se inmutó a la presencia de su padre, seguía tan profundamente dormido que el cantante no pudo evitar sonreír.

-Como cuando era un bebé.- comentó para sí mismo. Avanzando con lentitud por el living.

Sabía que aunque en esos momentos su corazón se hubiera calmado, al día siguiente debía hablar con HaRyu. Pero por esa noche ambos necesitaban descansar.

Con esos pensamientos se inclinó a levantar el bolso que había quedado desparramado en el suelo; notando aquel libro que se caratulaba como “observaciones”. Pensó que se trataba algo del colegio, por lo que lo tomó con cuidado. Pero en cuanto empezó a leer la primera hoja quedó por unos segundos con la mirada puesta en las letras que expresaban el desempeño de su hijo. Hora por hora, cada una de sus fallas y sus atributos.

Dejó escapar un suave suspiro de sus labios y guardó el cuaderno dentro del bolso de HaRyu, colgándolo en el perchero que tenían en el living. Luego regresó a donde él se encontraba para desprender un poco la chaqueta que llevaba y cubrirlo con una de las mantas que había sacado del armario del recibidor. Una vez que creyó que había hecho todo lo posible para que esté cómodo, se inclinó con suavidad y besó la frente del pelirrojo.

-Estuve haciendo mal las cosas, mi pequeño. Lo siento…- susurró aunque sabía que no tendría respuesta.

Se quedó algunos minutos allí. Tan solo observando cómo dormía antes de que el cansancio lo venciera y se incorporara. Arrastrando sus pies y estirando un poco sus brazos por los músculos contracturados, se dirigió hasta su habitación. Tiró el móvil sobre la cama junto a su chaqueta y se fue desprendiendo de sus ropas para dirigirse al baño. Necesitaba asearse y dormir. El día siguiente sería un nuevo comienzo para él.

Por ese motivo no llegó a ver cómo sobre su colchón su celular brillaba en anuncio de un nuevo mensaje de voz.

Love Desire

-¡Yunnie!-

Aquella suave voz fue suficiente para que el nombrado formara una sonrisa y se girara a verlo. En cuanto sus cuerpos se encontraron juntos, los brazos del líder lo habían rodeado y JaeJoong se aferraba fuertemente a su espalda. Algo tan sencillo como un abrazo que desprendía en él todos los sentimientos de anhelos.

-Te estaba esperando, Joongie. Te extrañé tanto.-

Su voz salía como un susurro. Aunque sabía que nadie podía verlos en aquel sitio solamente deseaba poder sentir su cálida piel ser rozada por sus labios, consiguiendo unas suaves cosquillas en el cuerpo del mayor.

-¿Te hice esperar mucho? YooChun no se apuraba y yo… Yo deseaba llegar ya.- le confesó con la sonrisa avergonzada que caracterizaba sus facciones que, aunque eran maduras, no perdían aquella belleza única.

YunHo negó con su cabeza para luego acercarse, consiguiendo que sus gruesos labios depositaran un suave beso sobre su nariz.

-No hay apuro. Tenemos toda la noche, mi amor.-

El sonido del móvil despertó a YunHo de sus recuerdos; haciendo que su cabeza se moviera con suavidad y recordara que ya habían pasado muchos años desde esos encuentros. Su actualidad era una muy diferente pero no por ello desagradable.

-Papá, tu celular sigue sonando.- anunció JiHyuk que se encontraba a unos metros de él ocupando su portátil.

El mayor le respondió con una sonrisa y dejó a un lado el libro que aparentemente estaba leyendo. Solamente para abrir el mensaje que le había enviado ChangMin. Por unos segundos se fastidió al pensar que se trataba de algo con referencia al trabajo, pero quedó unos segundos observando la pequeña pantalla táctil.

No había ningún texto que acompañara aquel registro, solamente un número que hasta ahora desconocía, con el nombre de Kim JaeJoong. Pensó que su mejor amigo podía llegar a asustar en la forma en que lo predecía, pero supo que el incidente con HaRyu había sido una pista demasiado obvia. Y que por más que Jeong YunHo aparentara tranquilidad, estaba muy lejos de llegar a ese estado.

Con cuidado se incorporó del sofá para caminar a dejar sobre la biblioteca el libro.

-¿Te irás ya a dormir?- preguntó BoAh que se encontraba en la misma mesa que JiHyuk, pero concentrada en su trabajo.

-Iré por una ducha primero. JiHyuk no te quedes hasta tan tarde. Mañana tienes entrenamiento y clases.-

El adolescente asintió a dicha indicación de inmediato y se apresuró en terminar aquellos deberes que tenía, consiguiendo que su madre riera con suavidad volviendo a concentrarse en sus notas.

YunHo miró aquel cálido ambiente familiar y pensó que aunque hubieran pasado muchas cosas, no deseaba cambiarlo por nada. Convencido de sus propios pensamientos, sus pasos avanzaron por el pasillo que lo llevaba a su habitación. Pero luego de haber sacado la ropa para ir a bañarse observó unos segundos su móvil, arrugando con suavidad su nariz.

Tomó el aparato y volvió a ver aquel número. Presionando el botón para poder grabar su voz e intentando que en ningún momento su tono flaqueara a pesar del latido de su corazón. 

-JaeJoong ah, sé que no fue la mejor forma de volvernos a ver. Pero me gustaría hablar contigo... No se trata de tu hijo, sino de nosotros. Estaré esperando tu respuesta.”

Continuará…

No tengo excusas para disculparme por el tiempo que tardé en actualizar. Solamente podría decir que no sé cuando demonios terminó el 2014 y ... ¿Desde cuándo se está terminando marzo? ¿Por qué el año se empeña en pasar tan pero tan rápido? T T 

En modo de compensación y festejo (llegué a los 100 comentarios <3 <3 ) subiré un one shot en algunos minutos más. Espero que les guste este capitulo que fue más largo de lo normal y que les agrade las próximas publicaciones. 

Saludos.

12 comentarios:

  1. Yaaaaah! Pensé que quedaría así para siempre Q _ Q y que no habría continuación;; pero ooh! Sorpresa! Aparecio el capitulo > _ <
    Oh mi dios no puedo creerlo las piezas se van juntando y los shinkis también (?) ya hubo encuentro entre el Minsu, JaeChunSu! Y el mas esperado el YunJae?! Me muero de curiosidad de saber que paso entre ellos para que reaacionaran de esa forma o más bien saber porque acabo 7 u 7 y también entre el YooSu, oh reencuentro entre ellos e w e. Pobre de HaRyu en si entiendo que no fue su culpa en todo, Jae nunca le comento sobre que sucedió por eso fue a esa empresa aunque se que lo lograra * _ *

    ResponderBorrar
  2. Al fin se van aclarar las cosas entre ellos.... Jae quiere que Junsu lo perdone, igual Yoochun pretende lo mismo... Jae y Mín ya lo hicieron y estuvo muy bien... Pero lo mas esperado es la reunión de Jae y Yunho, que emoción...
    Ojalá si pudieras subir más capítulos pronto, me emociona tanto leerlo.
    Gracias

    ResponderBorrar
  3. Oh Dios anhelo el encuentro con JunSu porfa no nos dejes otra vez xD te repito esta historia estan increible y tan llena!!~~

    ResponderBorrar
  4. Wow que capitulon jejejejejej tu si sabes como dejarnos a nosotros comiendonos las uñas por saber mas jejejejejejeje
    Ufffffff porque se alejarian junsu y el jaechun
    Bueno al menos changmin logro conversar super con jae y como todo un traviexo ya le paso el numero de jae a yunho
    Ahora si viene el reencuentro entre el yunjae para aclarar al menos algo de lo que paso
    Gracias por el capi cuidate vale

    ResponderBorrar
  5. hola linda casi todos los dias revisaba a ver si habias actualizado y nada hasta hoy que bueno que rotomaras la historia .
    me duele por lo que esta pasando Jae es muy duro para el vr que su hijo lo desovedeciera y entrara justamente a la empresa que mas odia pero como dijoa su hijo se a estado equivocando me gusta esos encuentros entre el Jaechun ahora mi pegunta es xq no se hablan los JYJ pero ya me enterare me gusta tambien la relacion que tienen la pareja Hanshim que todavia tengo mis dudas con respecto a eso crei que era el de Jae con el de Yunho que se enamoraban pero el mundo da muchas vueltas espero que Jae le devuelva el mensaje a Yunho pero que no se de cuenta nadie todavia estoy x leer todos los cap otra vez para actualizarme y recordar lo que olvide gracias linda x compartir actualiza antes de que termine el 2015 jajaaj mentira corazonn gracias x tu gran esfuerzo

    ResponderBorrar
  6. me encanta la historia y ya quiero el encuentro de Yunho y Jae que se dirán muero de la curiosidad por saber mas
    y todo se arreglara entre ellos espero que si y vuelvan a ser los amigos que fueron en el pasado muy unidos pero mas unidos Yunho y Jae
    Gracias por compartir y si puedes y tienes tiempo actualiza a la brevedad posible si

    ResponderBorrar
  7. Ommo esperare la actualización, me encanto este capítulo Jae comienza a razonar, que bueno que te diste el tiempo para actualizar y escribir el one shot me hizo ta feliz, aunque estaba triste por la partida de Jae pero bueno, ánimo y continúa :)

    ResponderBorrar
  8. Hola encontré este fic hace 2 días en YunJaeholic pero sólo estaban 3 capítulos así que me fui al buscador y busque más capítulos y volví a encontrar más en amor Yaoi donde encontré tu blogger espere encontrar más capítulos en esta página pero no fue así.. Confío en tu palabra que dejaste en amor Yaoi de que no abandonarás este preciosos fic así que esperaré con ganas la actualización de este fic sólo espero puedas hacerlo pronto. Se que los comentarios son el ánimo para todo escritor de fics pero más allá de eso está la voluntad y el deseo que tenemos de hacerlo el amor que expresamos al escribir
    Querida por los aficionados a este fic aunque sean pocos continúa con ese ánimo que se te nota al leer tus fics
    Espero pronto leerte otra vez

    ResponderBorrar
  9. Cierto... muy cierto... espero que puedas volver a escribir y terminar esta bella historia... estaremos pendiente a una nueva actualizacion... y de veras que de corazon espero que puedas vilver para terminar lo que con tanto amor comenzaste a escribir....

    ResponderBorrar
  10. Numca se pierde la fe... estaremos esprerando

    ResponderBorrar
  11. 2019 y sigo esperando, y creo que revisare el blog de vieja si es que vivo tanto solo para ver si actualizaste. Nunca encontre alguien que me atrape con su escritura como tu, gracias por eso.

    ResponderBorrar
  12. Todavía esperamos por tu actualización de todas las historias que he leído esta es la que mas he esperado que puedas actualizar, porque es una muy bella historia. Se que cada vez las cargas se hacen mas pesadas pero estoy esperando por la continuación. Gracias por escribirla

    ResponderBorrar