sábado, 20 de septiembre de 2014

Something


 photo 692924630_meitu_1_zps74eeed68.jpg

Nombre: Something.
Pareja: ChangMinho.
Advertencia: Lime.
Extensión: One Shot.
Resumen: ChangMin es una persona orgullosa, alguien que no retrocedería a una apuesta. Aún si ahora tuviera que subir al escenario con los tacos y ese vestido de plumas rojas y negras. Eso si, trataría de sacarle el mayor provecho a esa situación.

 photo maxresdefault_zps6c279752.jpg

El murmullo del alboroto de las fans apenas era perceptible para ChangMin. A pesar que se lograba filtrar el ruido en el camerino donde se encontraba, su preocupación y por ende concentración, se centraba en aquellas largas hebras castañas que caían sobre su rostro. Al ver esto se llegaba a cuestionar el por qué cuando llevaba el cabello de un largo considerable no se le hacía tan molesto como en esos momentos. Con un pequeño quejido terminó por correr y colocar aquel irritante mechón detrás de su oreja.

En sus diez años de carrera pensó que jamás llegaría a ese extremo. Pero ahora se encontraba allí, observando cómo las largas plumas negras y rojizas se mecían a cada uno de sus movimientos, complementando aquel largo vestido que junto con el sutil maquillaje de su rostro buscaban esconder lo suficiente sus rasgos masculinos. Aún así, ChangMin sabía que estaba siendo ridículo, y que su amplia espalda con las piernas demasiado torneadas le daban un aspecto varonil que ni los tacos altos podían refinar.

-Aprenderé a callarme la boca.- Habló para sí mismo, arrastrando sus palabras en un tono bajo y demasiado ronco.

No esperaba respuesta alguna. Pero YunHo, que estaba en uno de los sofás detrás de él, elevó una de sus cejas sin poder ocultar lo divertido que le resultaba aquella escena.

-Espera paciente a que JunSu y JaeJoong se topen con estas fotos. Estarán encantados.- No podía ocultar la jocosidad en su risa; terminando por acomodarse en su asiento, y cruzando sus piernas con un gesto relajado, como si fuera un espectador disfrutando del espectáculo que el menor le ofrecía, a pesar que en respuesta a su comentario había recibido una mirada fulminante de parte del menor. –El lado positivo es que no es la primera vez que te vistes de mujer. Aunque pensé que después del centauro habías llegado a tu límite.-

ChangMin consideró el responderle, pero sabía que su mal humor solamente haría que el otro riera más por su humillante aspecto. En su lugar rodó los ojos y bajó sus manos a acomodar el bóxer negro que se veía apenas por la abertura del tajo de su pierna. Peleando unos segundos con la sensación incómoda de las medias transparente en su muslo.

-Estúpido KyuHyun, estúpido JoonMyun, estúpida KyuLine.- Soltó una y otra vez, intentando tomar aire y soltar un prolongado suspiro. Aunque quedó en un resoplido de frustración.

Metido en su mundo de maldiciones ignoraba la mirada curiosa de YunHo, y es que este procuraba no molestarlo demasiado. Era fácil suponer lo estresado que se encontraba el maknae de TVXQ y las graves consecuencias que podría tener si se lo molestaba más de la cuenta. Por lo que el líder lo acompañaba en silencio, con sus cejas alzadas y sus brazos cruzados sobre su pecho. Aún con muchas dudas en su cabeza, dado que su constante trabajo en el nuevo drama que participaba lo tenía demasiado alejado de su compañero, al punto que cuando el mánager le notificó el pedido que había llevado la KyuLine a la SM, se le había hecho imposible de creer.

Pero al parecer ChangMin había sobrepasado los límites de su imaginación, y ahora se encontraba frente a él con aquella peluca del color de su cabello, sin darse cuenta lo contradictorio que se veía al quejarse estando retocando su maquillaje.

-Y si tan estúpido es todo… ¿Por qué aceptaste? Mejor dicho: ¿De quién fue la gran idea?- Con esa pregunta consiguió que el menor se volteara, dejando que por fin se vieran cara a cara. Permitiendo que YunHo pudiera inspeccionar en forma más minuciosa su aspecto sin que su compañero se diera cuenta.

-Desde hace un tiempo que MinHo empezó a frecuentar a JoonMyun. Por lo que fue inevitable que poco a poco fueran constante sus visitas en nuestras reuniones, inclusive en las charlas telefónicas. Logramos congeniar bien al final.- Le empezó a explicar, sabiendo que su líder estaba perdido desde que su agenda estaba repleta de cosas. –Fue casi automático incluirlo a la KyuLine. MinHo estaba feliz, porque él siempre fue el centro de las bromas pesadas. Ahora siendo JoonMyun,  deseaba hacerlo pasar por una “iniciación”.- Dijo lo último en un tono raspado, moviendo sus dedos en el aire para remarcar las comillas. –KyuHyun se entusiasmó y comenzaron con las bromas. Yo me burlé que Super Junior y SHINee ya habían hecho lo peor, que era vestirse de mujer… Creo que les toqué el orgullo y con eso prendí la mecha.- Susurró lo último como una reflexión, terminando por chasquear su lengua.

Desde su lugar, el mayor lo miraba con clara incredulidad. Con el contorno de sus labios ligeramente curvado en una sonrisa que intentaba ser contenida y, que aunque intentara disimular, ChangMin pudo notar con claridad. Bufó entre labios y se giró, intentando acomodarse una vez más el flequillo que caía sobre sus ojos.

-El estúpido de Kyu y el estúpido de MinHo dijeron que no nos animaríamos a hacerlo. Pensé que los CEO de SM tenían los tornillos lo suficientemente ajustados como para negarse. Sobre todo porque es un cover de otra empresa… ¡Pero ya ves que no!- Elevó su tono de voz sin darse cuenta, marcado con un claro sarcasmo; al mismo tiempo que sus manos quedaban a la altura de su cabeza, como si le mostrara en evidencia el vestido.

YunHo ya no pudo retener por más tiempo su risa. Intentó ser disimulado cubriendo sus labios con su mano, pero su cuerpo se dobló ligeramente hacía atrás. Sabía la forma particular en que jugaba aquel grupo de amigos, pero parecía que ChangMin había aprendido que si se tanteaba con fuego se podía quemar. Sabiendo cómo era el orgullo de aquel hombre con el cual convivía hace tantos años, sabía que no daría marcha atrás y saldría al escenario con el mentón en alto, a pesar que ahora no hiciera nada más que quejarse.

Ambos estaban tan acostumbrados el uno al otro que la risa de YunHo no llegó a molestarlo, porque sabía que muchos reaccionarían de esa forma en cuanto lo vieran pisar escena. Su charla fue interrumpida por un miembro del staff que requería la presencia del más grande en el vestuario para alistarlo.

-Estaré en la espera del gran debut de Momoko. Mucha suerte, Minnie ah.- Bromeó sin tapujos, palmeando el hombro del menor al pasar a su lado.

-Disfruta mientras puedas, líder. Juro que me vengaré de esto.- Susurró aunque no fue escuchado, dado que ya se había quedado solo dentro de esa habitación.


Sabía que a esas alturas quejarse sería ridículo, pero no podía evitar hacerlo cada dos minutos y entre suspiros. Consideró el quedarse en el camerino, aislado del mundo hasta que fuera su turno de subir, pero estando encerrado en aquellas paredes solamente conseguiría frustrarse más. La mejor opción que pasó por su cabeza fue acudir a los demás miembros de la Kyuline, de esa forma no sería el centro de atención y podría distraerse.

Consultó su imagen una última vez antes de levantar su cabeza y dar sus pasos con seguridad fuera del camerino. No iba a darles el gusto de verlo titubeante, sino les demostraría que Shim ChangMin era demasiado imponente como para avergonzarse por su apariencia. Las primeras miradas de los miembros del staff lo cohibieron ligeramente, pero no fue impedimento para él. Avanzó por los pasillos alborotados de gente que buscaban que el SMTown saliera perfecto, por lo que evitaba preguntas o momentos incómodos.

Aún así, sus zapatos se detuvieron de golpe al notar a unos metros delante de él cómo HyoYeon, YuRi, Victoria e Irene estaban rodeando a un avergonzado JoonMyun. Por unos segundos quedó sorprendido por la delicada apariencia que transmitía el líder de EXO, pero el pánico que recorrió su pecho a los comentarios femeninos fue más fuerte.

-Tal vez no esté del todo listo.- Dijo en forma ahogada, intentando no ser notado.

Con desesperación su mirada se giró a ambos lados, buscando algún lugar en el cual pudiera escapar. Una puerta en especial captó su atención, aquella que llevaba el cartel de “SHINee”. Sonrió conforme, sabiendo que todos los miembros de ese grupo guardaban un profundo respeto al considerarlo uno de sus sunbae, por lo que era su mejor opción.

Trastabilló con la punta del vestido y terminó por tomarlo antes de correr en dirección al camerino seleccionado. Ingresó sin pedir permiso, solamente entrando y apoyando su espalda contra la madera para evitar que alguien lo siguiera. Esperaba tener que darle explicaciones a sus dongsaeng, pero en lugar de ver cinco niños curiosos solamente se encontró con la silueta de MinHo en frente de él, aquel niño que lo miraba ligeramente avergonzado.

Los labios de ChangMin se abrieron con suavidad. Porque a pesar de que JoonMyun se hubiera visto muy delicado y femenino, MinHo le transmitía una imagen completamente diferente. El traje que se ceñía forzado a su cuerpo atlético, la cabellera pelirroja que con ondas se deslizaba por su espalda y el rostro, que en un intento vano llevaba más maquillaje.

Fueron segundos en los cuales ninguno dijo nada. ChangMin veía anonadado a MinHo, y este, a su mirada, intentaba relajarse. Pero antes de que pudiera decir palabra alguna, la carcajada explosiva del maknae de TVXQ empezó. Comenzó a aplaudir mientras su cuerpo se doblaba hacía el frente, sin poder contener la risa que le provocaba el menor y logrando que este, en respuesta, enrojeciera por completo, mucho más avergonzado de lo que ya se encontraba.

-¡Hyung!- gritó de inmediato. Haciendo que esa voz gruesa y masculina contrastara más con su imagen y consiguiendo una carcajada más desesperada del mayor. -¡Ya basta!-

Su petición parecía ser en vano, al punto que se molestó y terminó lanzando en dirección a su superior el lápiz labial que tenía en su mano, logrando que este diera en su hombro y ChangMin elevara su cabeza. Aún reía, con su ojo izquierdo ligeramente más chico que el derecho y el cabello largo que tanto se había esmerado en arreglar, cayendo descuidado por su frente.

-Oye~ ¿Dónde está el tierno Minnie que respeta y adora a su hyung? ¿Eh? ¿Se lo comió la peluca?- Estaba siendo irónico, y con aquella frase se fue acercando a él al no obtener una respuesta de su parte.

El rapero se mantenía dándole la espalda. Avergonzado en la forma en que se reía de él, pero demasiado cohibido como para afrontarlo. Sus dedos se movían nerviosos por los hilos taheños intentando acomodarlos, aunque bien parecía ser una pérdida de tiempo. Sintió coóo el cuerpo del mayor se había acercado hasta colocarse detrás, pero estaba decidido a no prestarle atención.

-¿Te molestaste?- Preguntó de nuevo, con una sonrisa torcida entre sus gruesos labios. Pero de nuevo el silencio fue su respuesta, haciendo que ChangMin se sintiera más decidido a molestarlo. Terminó por quedarse a centímetros de su cuerpo, con una pequeña mueca que arrugaba a su nariz. –Minnie, no me ignores.- Exigió en una tonada caprichosa.

La cercanía de su pecho con su espalda había conseguido exaltarlo, pero no estaba dispuesto a ceder con tanta facilidad. MinHo intentó concentrarse en el maquillaje de sus ojos, retocando el delineado de sus parpados; algo que terminó por molestar al vocalista.

En un intento por controlar sus impulsos y reclamar por atención, ChangMin recorrió con su mirada el cuerpo del más pequeño, tomando en detalle cómo la tela resaltaba la curva de su trasero y cómo, por más que fuera el mismo traje, las piernas y muslos anchos quedaban más expuestos que en él. Una de sus cejas se elevó con especial atención a esa zona de su cuerpo, en la forma en que se notaba su bóxer al punto que su entrepierna sobresalía ligeramente.

-Alardeabas de la vez que ocupaste traje de colegio pero no sabes acomodarte un simple vestido.- Se quejó chasqueando su lengua. Pero antes de que Choi pudiera defenderse, los brazos del mayor rodearon su cintura. –Deja que tu hyung te ayude.-

Una frase cubierta de malicia que hicieron que los ojos del más pequeño se abrieran con sorpresa. Pero antes de que pudiera hacer algo, el mentón de su superior se encontraba apoyado sobre su hombro y sus largos dedos estaban corriendo la tela que cubría su entrepierna. Primero la del vestido que caía en cascada, para que ambos pudieran ver en el espejo cómo su entrepierna era visible en la curva que marcaba sus bóxer. Sus mejillas tomaron temperatura de inmediato, y sus manos se apoyaron sobre los antebrazos del mayor, intentando detenerlo. Aunque sabía que eso era en vano, podía notarlo en la mirada del otro.

-¿Sin medias? Eres un atrevido, Choi MinHo.-

Su voz fue un sensual susurro contra su oído, abriendo los labios hasta que su aliento acariciara la piel de su lóbulo, aquel que luego fue víctima de una pequeña mordida. Y, aunque se hubiera quejado de la falta de indumentaria en las piernas del menor, lo agradecía. Sus dedos pudieron filtrarse con mayor facilidad en el elástico de su ropa interior.

MinHo intentó reprimir su voz, pero en cuanto rozó su miembro escondido, su cuerpo había temblado entre los brazos de ChangMin, algo que este último disfrutaba demasiado. Ahora ignoraba por completo su propia apariencia, y su mente se encontraba en deslizar sus dígitos por esa entrepierna que no fue difícil sacar de su cárcel.

Ambos sabían que estaba mal, que en cualquier momento alguien podría abrir la puerta y vería como Shim estaba masturbándolo frente al espejo. Pero en la mente del vocalista de TVXQ estaba el disfrutar de aquel cuerpo que lo estaba tentando.

-Agradece que estamos por salir a escena o te marcaría todo el cuerpo.- Logró susurrarle al SHINee contra su oído.

Este intentó contestarle, pero sus manos estaban intentando sostener su cuerpo que se debilitaba por la forma en que se estaba excitando, logrando que apenas pudiera formular un “hyung” en un sentido de queja.

-¿”Hyung”? ¿No deberías decirme “oppa”?- Con su voz baja y excitada rozó sus labios por su cuello, bajando a su hombro tentado en morder cada zona de esa piel.

ChangMin envolvió la base de su sexo para estimularlo mejor, pero no pudo concretar la acción cuando la puerta fue abierta.

-¿Chicos, están aquí…?-

Ambos cantantes se quedaron congelados ante esa voz, y fue automático separarse, intentando cubrir sus cuerpos y lo que había provocado ese pequeño encuentro. Pero KyuHyun los miraba con la boca abierta y clara indignación en sus facciones, al punto que le importaba poco verse poco serio con la ropa de mujer a cuestas.

-¡Son unos fetichistas! ¡¿Son homosexuales y se excitan con la ropa de mujer?!- Gritó de inmediato, haciendo que ChangMin se acercara a él, intentando callarlo con sus manos. -¡No! Vi en donde estaba esa mano hace cinco segundos, no me toques.- Dijo de inmediato retrocediendo, haciendo que ambos enrojecieran una vez más.

-¿No podías golpear la puerta?- Preguntó en defensa propia el miembro de TVXQ, cruzando sus brazos ofendido. Mientras que MinHo aprovechaba esa charla para intentar acomodar su ropa, buscando que su molesta entrepierna no se notara.

-Jah, estamos en un SMTown, nadie golpea puertas. Aunque agradezcan fui yo y no alguien del staff. Ahora, dejen de fornicar y muévanse que en dos temas nos toca.-

KyuHyun no les dio lugar a queja, salió de inmediato del camerino dejándolos solos unos segundos. ChangMin miró al menor de reojo y sonrió, aunque este siguiera avergonzado por la forma en que habían sido interrumpidos.

-Agradece a la campana, o juro no haberme podido detener.- Le advirtió apoyando su mano en el picaporte de la puerta, dispuesto a salir.

Minho rodó sus ojos y caminó en su dirección, quedando a su altura para poder verlo a los ojos.

-Aún si te vistan de mujer no dejas de ser un pervertido, hyung.- Remarcó aquel honorifico al decirle, sin dejar de mirarlo.

ChangMin sonrió un poco más.

-Así me amas.-

El menor rió divertido y dejó que sus labios se juntaran en un corto beso, antes de ser él mismo quien abriera la puerta y saliera primero del camerino. Desde su sitio, Shim lo observó caminar cuando se alejaba lentamente, sin poder evitar ver de nuevo sus piernas.

-Sin duda hoy te las marcaré.-

Satisfecho consigo mismo caminó con seguridad detrás de él. De repente los vestidos no parecían ser una mala idea.
 FIN

Bueno, debo admitir que me dio vergüenza escribir este fanfic, más que nada por el fetiche que surge de el encuentro con ropa femenina, pero simplemente no pude evitarlo. Cuando salió la noticia de que harían Something creí era broma, pero quedé con la boca hasta el piso con la presentación. No sé realmente si JoonMyun forma parte de la KyuLine actualmente (algunos dicen que si, por la presentación y por el chat que subió Kyu de ellos), pero lo utilicé de excusa para sacarme las ganas de hacer un ChangMinho, deforme, pero ChangMinho al fin y al cabo. 

Gracias por leerlo, nos vemos pronto. <3

viernes, 19 de septiembre de 2014

Reflexión personal [Entrevista de YunHo, JaeJoong y YooChun]

Después de mucho tiempo ausente creo que pasaron varias cosas que como a todas las fans de JYJ y TVXQ nos toca en lo más profundo del corazón. Por un lado esta esa enorme felicidad que personalmente me hizo pegar el grito en el cielo. Esto es escrito de parte de una humilde ot5 a las personas que deseen leer, no es sobre mis fanfic ni nada por el estilo, así que si no les interesa pueden seguir a las demás entradas.

 photo yunhohabladejae_zps4f8d0e11.jpg
Les juro que en el momento en que estaba en twitter y todas empezaron a convulsionar se me helaron las manos. Siendo una Cassie algo vieja (soy fan desde fines del 2008) sufrí toda la transición de la demanda de una forma muy dolorosa, y de forma cruel aprendí como están las cosas hoy en día. En un comienzo, JYJ solía hablar más del tema, y YunHo y ChangMin iban más por el silencio, pero comprendo la postura de cada uno. La última vez que ellos hablaron del otro fue en el 2012, cuando JaeJoong muy histéricamente a su forma diva se quejó de que YunHo no le respondiera los mensaje de texto (ow <3).


Que fuera YunHo quien respondiera y desatara todo el resto me dio un buen sabor ¿Por qué? Porque SM controla todas las preguntas que van a hacer en la conferencia de prensa, TODAS, entonces, si ellos hubieran deseado esta pregunta jamás hubiera existido. Aunque cabe rescatar que cuando Yunho protagonizó Goong también le preguntaron por Susu, pero de eso ya pasaron casi 4 años. 


Aún así, cuando salió todo esto intenté respirar profundamente y me dije “Jae le va a responder, sé como es JaeJoong, LE VA A RESPONDER”. Pero sin duda, su discurso sobre YunHo fue mucho más lejos de lo que esperaba:

 photo jaejoong1rarespuesta_zpsc30611b5.jpg  photo jaejoong2_zps53224ba9.jpg


¿Para qué mentir? Mi corazón shipper explotó como hace años no lo hacía. Las dulces palabras de JaeJoong y como se refería a él deja ver exactamente todo ese cariño sincero que guarda y parece siempre tendrá hacía YunHo.

La forma en que lo llamó, esos buenos deseos, todo lo que dijo y sdkjfhsjkkjds. Taldeé, como una fangirl y con una emoción que nadie podía sacarme de encima.

Y si me permiten ser sincera fue mucho más lejos de lo que yo pensé ¿Saben por qué? Porque después de tanto tiempo, de tantos malos entendidos (que no es ningún secreto que realmente ellos en una época estuvieron enojados unos con otros, sobretodo ChangMin y JunSu) y de tantos malos tragos hoy puedan hablar uno de otros sin esa carga de amargura que pudieran tener.

Yo sé que es casi imposible que ellos puedan tocar el escenario de nuevo juntos. Soy consciente de ello, pero yo deseo, a nivel personal, poder volver a verlos cara a cara, que se puedan saludar públicamente y ver esas sonrisas de los viejos tiempos. Que sea como esto, que puedan hablar uno de los otros sin que los juzguen, porque me tocó lamentablemente leer a fansite de JYJ leer que estaban DECEPCIONADOS de JaeJoong… ¡Decepcionados! ¡Por hablar de quien fue su soporte y un pilar en su vida! ¡De un amigo que él jamás dijo odiar! Juro que quedé con el rostro indignado con semejante ejemplares.

Yo no condeno a las stan, es más, tengo amigas que lo son. Pero son gente que aunque no les guste la música o prefieran a uno de los dos lados saben los que significó TVXQ en su inicio para esas cinco personas. Hay que respetar el presente, pero a su vez, como tal, hay que respetar ese pasado que JaeJoong evidenció le tiene un gran amor.

Esta fue una necesidad mía de expresar todo esto, algunas personas me preguntaron, y como creí sería demasiado largo para colocarlo en el fanfic hice una entrada especial. No pretendo compartan mi punto de vista, para nada, solo necesitaba sacar esa alegría que golpeó en mi garganta y me hizo gritar feliz.


No olvidemos sumar lo que dijo el señor Park YooChun a todo esto. 


 photo yoochun_zps4be016c3.jpg


YooChun ya lo había dicho con anterioridad, y él expresa mis deseos y anhelos que tengo con respecto a estas hermosas cinco personas. Los deseo ver bien, felices, con sus carreras en lo que ellos mismos deseen y la forma en lo que los deseen. Que se puedan sentar a beber algo como los viejos amigos que son, que se rían y comenten sobre sus actividades. Obviamente, en lo profundo de mi corazón sigo deseando que ellos algún día estén parados arriba del escenario como cinco personas, pero antes deseo su bienestar y su felicidad.


¿Vieron esto? Es algo viejito ya, pero creo que viene a la ocasión. JunSu expresando sus más profundos sentimientos en canciones que a mí me marcaron, y por lo que veo a SuSu también. Es hermoso de escuchar y poder apreciar, así que si no lo han visto las invito a escuchar a nuestro hermoso delfín interpretando las baladas más conmovedoras de Tohoshinki en su concierto solista. 




Esto se hizo extenso, pero muchas gracias por leerme, estaré pendiente si ustedes me quieren comentar que les sucedió con todo esto.

Nos leemos pronto <3

Love Desire VII

 photo fd642de1-fb3e-472c-a2fd-e79562165ca4_zpsfd54a3fa.jpg
Titulo: Love Desire

Autor: Jung Naomi

Pareja:  YunJae

Extensión:  6/?

Resumen: ¿Amor? ¿Obsesión?

Después de que TVXQ! Y JYJ siguieran sus caminos los años han pasado con mucha rapidez. Ya no son niños inocentes, tampoco esos jóvenes adultos que se dejaban llevar a través de los impulsos. Y tal vez, era esto lo que más se lamentaba Kim JaeJoong. Después de una última discusión nunca más se había cruzado en el camino de Jung YunHo.

¿Pero será casualidad o destino? Algunas cosas están escritas a volver a cruzarse y luego de años alejados es momento en que dos adolescentes irrespetuosos y egocéntricos terminen por hacer que se encuentren de nuevo cara a cara.


Kim HaRyu desconocía la historia de su padre con otro hombre, y sin darse cuenta caerá en las redes de un Jung.

Nota de autor: ¡No estoy muerta! ¡Al contrario, ando viva y feliz!
Antes que nada y como siempre, me disculpo por la demora que tuve en subir este capítulo. Solamente puedo decir que hace más de una semana se encontraba ya listo, pero el miércoles mientras lo corregía hubo una bajada de tensión y se me formateó el Windows. Obviamente sabrán mi desesperación, quería colgarme de algo, sumando que el martes de esta semana debía presentar mi trabajo final de mi carrera de periodista, y TODO estaba en esta pc. Como se darán cuenta entré en desesperación crónica, hasta que me pudieron recuperar todo, mi trabajo final y el capítulo del fic.

En esta ocasión, como notarán algunos es el doble de largo de lo normal. Son 20 hojas lol y fue sin darme cuenta, así que de corazón espero que lo disfruten y la espera haya valido la pena. Muchas gracias a todas las personas que me escribieron, ya sea en el blog o aquí. Y nuevamente lamento haber tenido que quejarme de esa forma en el capítulo anterior, pero allí vi los resultados, de 4 mensajes pasé a 20… Entonces, como con anterioridad, les pido que se tomen cinco minutos para decirme que les parece el fic, cómo va y si les gusta.

Sin más, los dejo con el capítulo de hoy. 

Love Desire

Los altos tacos de los zapatos de BoAh resonaban a cada paso que daba. Sus labios se mantenían oprimidos y no tenía pena en ignorar a las personas que intentaban interceptarla para hablar con temas referentes a la empresa. Con un corto “ahora no” las secretarias comprendían que no era el mejor momento. Y cuando el mal humor de la señora Jeong no se encontraba en su mejor estado era mejor alejarse y dejarle el espacio suficiente para que respire.

Pero no tuvo que hacer un largo recorrido para poder encontrarse con su esposo. Cuando las puertas del elevador se abrieron sus miradas se encontraron. BoAh arrugó un poco más sus labios y su mano libre se extendió a tomarlo de la muñeca, guiándolo en silencio hasta la primera oficina que encontró vacía. Apoyando su espalda contra la puerta enfrentó a la mirada desconcertada de YunHo. Pero esta cambio por completo cuando la mujer sacó aquella carta que de inmediato fue reconocida.

-Así como yo la encontré pudo haber sido tu secretaria. O peor, pudo haber sido JiHyuk ¿Cómo le explicarías esto a tu hijo?- El reproche fue brusco, cruzando sus brazos sobre su pecho.

YunHo, siendo ya un adulto, sabía que acababa de ser muy descuidado. Tomó entre sus dedos aquella hoja vieja para doblarla y guardarla en uno de los bolsillos de su saco, conteniendo una pequeña mueca que arrugaba su nariz.

-Lo siento. La encontré ayer y olvidé volverla a guardar.- Dijo con una voz pausada, antes de volver a enfrentar su mirada.

BoAh terminó por suspirar. Sabía que de nada le servía quejarse ahora, al menos había sido ella quien había encontrado la dichosa carta y no alguien que llegara a comprometerlos. Retomó de nuevo su postura, con la espalda erguida y su mentón elevado, mirando por unos segundos de reojo a su esposo antes de girarse a abrir la puerta.

-Solamente recuerda que ya no eres un niño, YunHo. Si esto te trajo problemas antes ¿Sabes lo que sería ahora?- Con aquella última pregunta chasqueó con sutileza su lengua antes de salir.

El sonido de la madera chocar al cerrarse la puerta le dio píe a Jeong de quedarse unos segundos en la privacidad de aquellas paredes. Sus largos dedos pasaron pausadamente por el bolsillo en donde se encontraba aquella hoja y su mirada se perdió en las penumbras de la habitación.

Sus ojos no estaban viendo nada en el presente, su mente había viajado muchos años atrás. Aún podía sentir cómo el aire frío golpeaba su rostro mientras sus pasos hacían crujir el hielo que había dejado la última nevada. Pero no le importaba, ni cómo sus dedos dolían, ni cómo su nariz estaba enrojecida, él solamente caminaba rápido entre los grandes árboles hasta al fin poder divisar aquella figura envuelta en un gran tapado.

-¡Boo!- Su apodo salió como un suspiro, apenas audible, pero suficiente para que aquel joven hombre girara a verlo en el parque desierto.

-Yunnie.-

Había logrado escuchar su nombre en aquellos carnosos labios, lo que le dio aliento suficiente para envolverlo firmemente entre sus brazos cuando hubiera llegado a él. Sintiendo cómo la calidez de sus propios latidos se desesperaba cuando sus brazos lo rodearon de la misma forma y ambos cuerpos se hundieron en un firme abrazo.

Sumergidos en aquel sentimiento que los ahogaba aprovechaban la privacidad que les brindaba aquel alejado parque, lejos del centro de Tokio en una madrugada helada. Las manos desnudas de YunHo habían subido hasta apoyarse sobre las mejillas blanquecinas que tenían un ligero rosado, haciendo que elevara un poco su rostro, lo suficiente para que al fin sus bocas pudieran entrar en contacto. Un beso dulce, una caricia torpe entre ambas bocas que con ternura se volvían a encontrar. Algo corto que fue interrumpido por JaeJoong.

-Vamos… Vamos a un lugar privado, amor.-

Esa voz baja y dulce, algo que enloquecía los sentidos de YunHo habló tan suave que este no se molestó por el beso interrumpido. Asintió y sus manos bajaron hasta encontrar las suyas, entrelazando sus dedos con seguridad.

Una risa divertida de ambas voces se perdió en el viento. Algo que a los oídos del CEO Jeong YunHo sonaba tan lejano.

Abrió sus ojos en el presente y elevó su cabeza, como si de esa forma pudiera recuperar la compostura que le correspondía. Al final de cuentas BoAh tenía razón, él ya era un adulto que había decidido su vida, y si hubiera sido su hijo en lugar de su mujer quien hubiera encontrado aquella carta no tendría el valor de volver a verlo a los ojos.

Con aquel pensamiento rondando su mente, salió de la habitación para caminar directo a su oficina. Aún tenía mucho trabajo que terminar ese día.

Love Desire

Entre sus dedos pasaba las hebras finas y largas de su hija, mientras que, con cuidado, pasaba el cepillo sobre la melena de color miel. Cuando era niña, Zoey solía hacer ese ritual con JunSu, una noche se presentó en su habitación y con timidez le había pedido que la peinara antes de dormir. Y aunque el actor de musicales desconociera por completo cómo se trataba al cabello femenino, a lo largo de los años había aprendido a la par de ella.

El timbre de voz cantarina y agudo le contaba todo lo que había realizado en su día. Hablando en su natal francés mientras agitaba sus manos en el aire, poniendo énfasis en cada una de las cosas que relataba.

-Son demasiado infantiles. Se ríen por todo.- Se terminó quejando, inflando sus mejillas y cruzando sus brazos en un berrinche.

JunSu terminó de anudar el moño que sujetara por completo su cabello antes de mirarla y reír, acomodando entre sus dedos la parte del flequillo que caía sobre sus ojos.

-Tú eres una niña también. Sé que esos niños bobos solamente tienen miedo de acercarse a ti. Pero tienes que ayudarlos.- Le sugirió con una melodiosa voz, suave y pausada. Siempre que estaba hablando con su hija en aquel ambiente su carácter se relajaba.

La pequeña extendió sus piernas para levantarse de la cama. No muy conforme con la respuesta recibida, pero sabiendo que su padre tenía razón. Se miró en el espejo de cuerpo completo que había dentro de la habitación y sonrió feliz, acariciando la punta de su cabello.

-¡Creció mucho!- Le dijo a JunSu como si fuera una gran noticia. Luego se acercó a él para dejar un suave beso sobre su mejilla. –Muchas gracias, papá, te amo, ten buenas noches.-

El adulto le sonrió en respuesta, sacudiendo apenas su mano. Aunque Zoey no salió de su habitación sin antes despedir con su mano al retrato que había en una de las paredes.

-Buenas noches, mamá.-

Aquel era un ritual que la niña acostumbraba a hacer, sin importar cuantos años hubieran transcurrido desde que su esposa se había marchado. Aunque JunSu mantuvo la sonrisa en sus labios, en cuanto la puerta fue cerrada el peso cayó sobre sus hombros. Su mirada cansada se dirigió a la figura hermosa y delicada de aquella mujer, antes de soltar un profundo suspiro.

-Está creciendo mucho ¿Cómo crees que podría cumplir tu lugar, eh?- Reprochó con cierta ternura, sabiendo que no tendría respuesta alguna.

Se incorporó de la cama, sacando la chaqueta que traía y desprendiendo los botones de su camisa. Con cuidado subió y en forma distraída tomó el móvil que había dejado de lado por estar con su hija. Controlando en primera medida aquellos mensajes que venían de su representante, sabiendo que al día siguiente tenía muchas cosas por hacer.

Fue borrando y acomodando un poco la información que le daban, pero se detuvo unos segundos cuando notó aquel que provenía de Park YooChun. Dudó unos segundos, puesto que desde su llegada a Corea lo había ignorado por completo; pero sabía que era inevitable pronto encontrarse con él, así como la casualidad lo había parado en frente de JaeJoong aquel día.

Sin darse mayores arrepentimientos abrió el primer mensaje, y leyó con rapidez, dejando salir un corto suspiro. Hundió su mano con el móvil debajo de la almohada y su mirada quedó perdida en la oscuridad de su habitación.

-Algún día podré perdonarte, YooChun.-

Love Desire

Cuando elevó su voz la primera nota sufrió un fallo, por lo que cerró sus labios y respiró profundamente de nuevo. Sus ojos, profundamente oscuros y grandes, se fijaron en el reflejo que le devolvía el espejo; recordando todas aquellas indicaciones que sus profesores le estaban dando en el último tiempo. Aunque eran pocos los días desde que había ingresado a la empresa, HaRyu no quería desperdiciar ni una de las clases de canto que tenía.

Volvió a intentarlo, y esta vez su voz salió limpia. Moduló exagerado, pero seguro de que no tendría inconvenientes al ser escuchado. Centró toda su atención en cantar, al punto que no notó cómo JaeJoong había llegado y lo miraba apoyado ligeramente en la puerta.

La canción duró hasta después del estribillo, en el cual HaRyu sonrió conforme por su interpretación. Pero sus ojos se abrieron de golpe y sus mejillas se sonrojaron cuando notó a su padre sonriendo desde la puerta. Se encogió de inmediato, avergonzado, porque desde que tenía uso de razón siempre le había cohibido que su progenitor lo escuchara cantar.

-¡Papá!- Se quejó de inmediato, consiguiendo que JaeJoong carcajeara.

-¿Por qué te cohíbes ahora? Realmente me sorprendes. No sé en que momento te has convertido en alguien que puede explotar de esta forma su talento.- Con aquella frase ingresó a la habitación cerrando la puerta a su espalda. –No tengo dudas de que me superas por mucho a mí en tu edad, pequeño. Eso me hace sentir muy orgulloso.-

Tener el reconocimiento de JaeJoong hizo que el corazón de HaRyu latiera con fuerza. Sonrió con suavidad y lo miró expectante, mientras que este se acercaba. Su mente tenía ciertos choques, por un lado no podía evitar sentir aquella presión sobre su pecho al recordar las palabras dichas por su profesor de canto sobre él. Y por otro, tampoco podía callar la profunda admiración que desde niño sentía a su persona.

-Endereza un poco te espalda. No cometas mis mismos errores.- Susurró el mayor y con un suave golpecito logró que HaRyu la enderezará. –Muy bien, ahora intenta de nuevo de esta forma.- Le indicó y se sentó a su lado, como su único espectador.

Como le había indicado, tomó un poco de aire y logró expulsar la voz, consiguiendo un mayor control en el aire. Pudo terminar la primera estrofa a gusto y miró sonriente a su padre, aquel que con satisfacción aplaudió un par de veces.

-Ya me has escuchado cantar a mí. Ahora es tu turno, papá.- HaRyu exigió de inmediato, deseando también esquivar otra interpretación.

-¿Yo? Desde que eras muy pequeño que no me pides te cante algo.- Musitó JaeJoong sorprendido, elevando apenas sus cejas y formando una sonrisa amplia en sus labios. -¿Qué quieres que cante?-

El menor no quería admitir que muchas veces sentía celos de la interpretación de su padre, por lo que cuando empezó a caminar aquel sueño de ser cantante lo veía como su modelo a seguir y mayor rival. Aún así, deseaba poder escuchar su voz en forma íntima entre los dos.

-¿Tienes algún tema preferido? Me gustaría escuchar algo así.- Se entusiasmó, doblando sus piernas al sentarse sobre el sofá, sin dejar de verlo.

Aquel tópico dejó pensando unos segundos a JaeJoong. Ladeó su cabeza a un costado, y apoyó sus codos sobre sus muslos, meditando. HaRyu notó cuando los ojos del más grande se tornaron envueltos de tristeza, seguramente recordando algo.

-Es una canción vieja. Así que tal vez no la conozcas.- Murmuró apenas, enderezando su espalda.

Bajo la mirada curiosa del menor, JaeJoong apoyó su mano sobre la base de su abdomen y su voz fluyó en forma natural. HaRyu reconoció de inmediato que la canción estaba en japonés. Pero más allá de la melodía triste que entonaba su tono de voz, notaba la forma en que cada palabra parecía calar profundamente en el interior de su padre.

-Porque este es un amor tan bello…como triste este momento.-

Los ojos curiosos del adolescente seguían cada una de sus muecas. Recordaba cómo su profesor le había marcado que era necesario poder transmitir la letra a través de la voz. Algo que no comprendía con exactitud, pero observando a JaeJoong ahora, escuchando cómo el tema calaba profundamente en su corazón, lo comprendía a la perfección ahora.

El tema terminó a casi cuatro minutos desde que comenzó. HaRyu aplaudió motivado, y la sonrisa tímida de su padre se deslumbró.

-¿Cómo se llama el tema? ¿Es tuyo, papá?- Preguntó entusiasmado.

-Love in the ice.- Comentó con suavidad, observando con cuidado a su hijo antes de soltar un lento suspiro. –Es… Del grupo al cual solía pertenecer.-

La curiosidad de HaRyu aumentó de inmediato, JaeJoong lo notó con facilidad y procuró desviar el tema de inmediato.

-Bueno, es hora de ir a desayunar o se te hará tarde.-

-No, papá, por favor.- Con suavidad HaRyu retuvo a Jaejoong de incorporarse, sosteniendo la parte baja de su saco. –Una vez, por favor… Por una única vez cuéntame un poco de eso. Ya soy lo suficientemente grande ¿No lo crees?- Preguntó con desesperación. Por primera vez deseaba escuchar de los labios de aquel hombre que le dio la vida sobre la realidad de aquel hecho. -¿Por qué nunca me hablas del señor Kim JunSu?- Preguntó notando la sorpresa en los ojos del mayor. -¿De Shim? O tal vez… ¿De Jeong?-

El apellido de su anterior líder le dolió en lo más profundo de su pecho. Y lamentablemente, a pesar de los años que tenía, JaeJoong no sabía fingir. HaRyu notó de inmediato que había descubierto el punto débil de su padre. Sus labios titubearon de inmediato y volvió a sentarse.

-Me entrené en una empresa coreana, era muy joven cuando entré y debuté en el 2003, tenía 17 años en ese entonces.- Empezó y sus dedos se movieron nerviosos, entrelazándose sobre su regazo mientras cerraba sus ojos con pesar. Como si aquellos recuerdos le dolieran profundamente. –Éramos cinco miembros. Aunque por lo que me dijiste ya lo sabías. Con tu tío YooChun nos conocimos allí. Estaba el actor de musicales Kim JunSu, y quienes son ahora directores de empresa, Shim ChangMin, nuestro maknae, y Jeong YunHo, nuestro líder.-

HaRyu escuchaba minucioso. Intentando no reflejar la sorpresa que le daba el saber que el tan famoso Jeong había sido su líder, y cómo el padre de TaeHyun era el menor, por el porte que este siempre tenía no pensaba era menor que su propio progenitor.

-Debutamos con un tema llamado “Hug”, y estuvimos juntos por cinco años, un poco más.- Comentó con suavidad, mientras sus parpados se abrían y revelaba una sutil sonrisa, una melancólica. –Tuvimos el fanclub más grande del mundo. Inclusive se registró en el libro Guinness. Cassiopeia, así se llaman. Muchas de las cuales aún hoy me siguen, sin duda es uno de los regalos más hermosos que pude tener. Luego, obviamente, de que nacieras.-

Aquella dulce frase fue acompañada por una caricia sobre los cabellos pelirrojos de HaRyu. Sintiendo que el amor que JaeJoong transmitía colaba hasta su pecho, consiguiendo que su corazón latiera emocionado.

-¿Y qué pasó? ¿Por qué se terminó si fueron tan grandes?-

JaeJoong se relamió sus labios en forma pausada, y su mano bajó lentamente.

-Nuestros caminos se separaron.- Susurró, como si deseara que esa frase no fuera expresada. Suspiró y negó con su cabeza. – Sé que te enojas porque no te dejo debutar aún. Pero yo por ser inmaduro sufrí mucho. No quiero que pases ese mismo sentimiento, ni que te dañen. Una vez eres famoso pierdes el control de tu vida, tus fans y los productores tienen el control total sobre ti. Quiero que disfrutes de tu vida, que sientas lo que es ser joven antes de entregar todo ese potencial que tienes a manos de otras personas.-

Era la primera vez que discutían sobre ese tema, pero el dolor que transmitían los ojos de JaeJoong era genuino, al punto que no se atrevió a contradecirle. Solamente asintió con su cabeza y la bajó apenas, mordiendo con fuerza su labio inferior. El cantante se incorporó y besó con sutileza sobre sus cabellos.

-Te amo, eso tenlo en mente. Ahora dúchate hasta que prepare el desayuno ¿Si?-

A pesar que sus pensamientos eran diferentes, HaRyu comprendía un poco más a su padre ahora. Con una pequeña sonrisa se dirigió al baño. Era el primer paso que daban a ser más sinceros entre los dos.

Love Desire

El chillido de sus zapatillas era constante, pero la música aplacaba por completo cualquier ruido que pudiera producirse. La escena que había vivido HaRyu con JaeJoong no era muy diferente a la de ese instante. Mientras JiHyuk se encontraba sumido por completo en la interpretación de su baile, YunHo lo observaba con una mirada crítica pero paciente desde la puerta, sin intenciones de ser descubierto. Conocía a su hijo, y sabía que en momentos de entrenamiento no debía molestarlo. Por más que fuera demasiado temprano como para que se estuviera exigiendo, pero JiHyuk tenía el mismo carácter testarudo que su padre e inclusive su madre.

JiHyuk dio vuelta para saltar sin manos hacía atrás, un truco difícil pero que en el último tiempo le salía a la perfección. Sin embargo, el impulso conseguido no había sido suficiente, consiguiendo su cuerpo se azotará contra el suelo. YunHo se alertó y separó del contorno de la puerta, pero no llegó a interferir cuando el menor ya estaba de pie, ignorando el golpe para seguir bailando en donde enganchaba la música.

El director de la empresa dejó salir un suspiro, sonriendo con cierta resignación. Su hijo era un Jeong con todas las letras, de eso no dudaba, por lo que era mejor no molestarlo más. Cerró la sala de ensayos y sus pasos caminaron los largos pasillos en dirección a su oficina.

Dejó sobre el escritorio los legajos que traía en su mano y prendió con el control la pantalla que tenía en frente. Caminó hasta su asiento, tomando la primera carpeta antes de abrirla y ojear con cuidado los datos.

-Hwang JiSouk.-

Su voz sonó lo suficientemente alto para que el aparato que estaba conectado a la pantalla lo reconociera, de inmediato se proyectó la imagen de dicho niño, y una voz baja femenina que le iba anunciando los detalles que tenía resguardado en la memoria. Controló en forma minuciosa su canto y su baile, haciendo unas anotaciones luego sobre la hoja en blanco al final de su legajo.

Cuando estaba tomando la siguiente, BoAh ingresó con uno de sus asistentes a la oficina en forma tranquila, a pesar de que ese día todos estaban trabajando desde las primeras horas de la madrugada. Aún así, con una sonrisa le extendió un vaso de café a su esposo, recibiendo un agradecimiento amable de parte de él.

-No deberías estar aquí, YunHo. Sabes que Changdola te necesita- Reprochó con aquella forma maternal que tenía de tratar con él. Se cruzó de brazos y su cabeza se ladeo a uno de los lados.

-Lo sé, pero necesito hacer la selección de estos chicos ahora. Mientras más retrasemos esto, el debut se irá desplazando una y otra vez.-

Aunque YunHo siempre pretendía disfrazar su cansancio, BoAh al convivir tantos años con él sabía cuando era mentira. Sin oportunidad de que se quejará le sacó de sus manos la carpeta, consiguiendo la mirada de duda de YunHo la observara.

-Ve. Está en el Show Champion viendo los últimos detalles del debut de JiYool y te necesita. Yo me encargaré de esto y te notificaré en la noche ¿Está bien?-

Jeong arrugó apenas su nariz, pero duró así unos segundos antes de empezar a reír, sin dejar de verla.

-Cualquiera que te viera diría que eres mi madre y no mi esposa.- YunHo dijo aquello apoyando sus manos sobre el escritorio al incorporarse, sabiendo que a BoAh no había forma de discutirle.

Ella cruzó sus brazos sobre su pecho y formó una sonrisa un poco más amplia.

-Por supuesto. Ahora bebe tu café mientras te llevan con tu amado maknae, shu~ shu~ - Con un movimiento de su mano indicó sus palabras, consiguiendo Jeong riera una vez más.

El director de la empresa dejó un beso sobre su frente antes de sonreír en confianza. Saludó con una pequeña reverencia al secretario que aún se encontraba allí, en silencio, antes de partir. La mujer saludó con su mano la figura de su pareja antes de tomar el asiento que le correspondía al CEO, sosteniendo entre sus dedos las cuatro carpetas que estaban allí seleccionadas.

La gran mayoría de los nombres eran conocidos por ella, por lo que tomó especial atención a la última. Abrió la tapa y observó con especial atención la fotografía.

-¿Han HaRyu?- Preguntó a la persona que la acompañaba, a lo que este asintió. –Computador, muéstrame a Han HaRyu.- Dijo más fuerte, y en segundos la imagen del pequeño pelirrojo se proyectó en la amplia pantalla. -¿No es un trainee?-

-Así es. Estoy seguro que es por recomendación de JoonMyun ssi.- El secretario de BoAh negó con su cabeza, ampliando una pequeña sonrisa. –Ayer me estaba hablando de lo perfecto que es este niño, que aunque le falte pulir algunas habilidades sería un desperdicio que su edad corriera y no lo aprovechemos.-

Ante aquel dato, la mujer volvió a revisar su legajo y se percató de los grandes baches de información que tenía. Cerró la carpeta y se lo entregó al hombre que estaba parado en frente de ella.

-Por favor, averíguame todo de este niño. Datos personales y todo lo que corresponda. YunHo tiene cierta fascinación por él también. Creo que el presentimiento de tantas personas no puede ser erróneo.-

El sujeto asintió antes de marcharse, dejando a BoAh sola en aquella oficina. Aprovechando para que su mirada volviera estar pendiente del vídeo proyectado.

-¿Qué tienes, Han HaRyu?-

Love Desire

-¿Cuál va a desear, joven?-

TaeHyun inclinó un poco más su cuerpo, observando con cuidado todos aquellos bollos dulces que se exponían. Y aunque tenía algunas dudas, señaló a los dos primeros que parecían estar glaseados con azúcar, uno que le recordó en gran medida a la forma del rostro de HaRyu.

-Estos dos, para llevar por favor. Y dos cafés de fresa. - le pidió con una sonrisa amplia.

Los gestos educados de TaeHyun consiguieron que la anciana que lo atendía sonriera a gusto y tomara de inmediato los envoltorios para entregarle su pedido. JiHyuk lo vio desde su lugar, apoyado contra la pared, elevando una de sus cejas cuando notó el gran pedido que llevaba su amigo. TaeHyun había pasado por su amigo de la infancia en la empresa para ir juntos a las instalaciones del Show Champion. Ya era cerca del mediodía y ambos caminaban dispuestos a ver la primera presentación de JiYool. Pero antes de llegar, este había insistido en la necesidad de comprar un desayuno, a pesar que Jeong no tenía hambre.

-¿Tanto vas a comer? Así rodarás en los ensayos.- Le comentó al separarse de su soporte, para empezar a caminar.

-No es para mí. HaRyu iba a salir antes del almuerzo del colegio para venir, así que supuse no traería nada para comer.- Con naturalidad habló de su preocupación por el pelirrojo, ignorando la mirada del otro.

-¿Tanto te gusta?- Se atrevió a preguntarle directamente, haciendo que la mirada ajena se volteará a él.

-¿Tanto se nota?- Preguntó y no pudo ocultar la sonrisa que le había producido el pensamiento.

JiHyuk no detuvo sus pasos y soltó un pequeño chasquido. Riendo sin poder evitarlo mientras hundía sus manos dentro de su chaqueta.

-No sabía que tenías esa clase de gustos.- JiHyuk acostumbraba a ser directo, por lo que esa frase a TaeHyun no le molestó.

-Supongo que es normal. Nunca sentí diferencia entre el amor heterosexual y el homosexual.-

-Lo sé. ChangMin ssi y MinHo ssi siempre nos han demostrado lo buena que puede ser una relación homosexual. Aunque me preocupa más por tu carrera, la sociedad coreana sabes cómo es.- Aunque podía sonar como advertencia, JiHyuk estaba preocupado. Y eso lo demostró mirando de reojo la figura de su compañero.

-Lo sé. Mis padres me contaron todos los problemas que debieron afrontar. Tampoco me gustaría que HaRyu saliera dañado en algo así.-

Por un motivo incoherente para la mente de Jeong, escuchar constantemente el nombre de Han le irritaba. Rodó apenas sus ojos a la muestra de preocupación del ajeno por él. Pero sabía que TaeHyun no haría las cosas ignorando las consecuencias.

-Pudiste encontrar mejores hombres.- Le dijo al final, aunque ya en son de broma, abriendo la puerta de la empresa para que pasara primero el castaño.

-Eres imposible, JiHyuk.- Musitó entre risas.

Love Desire

-¡Silencio! ¡Luces…! ¡MC!- El productor general gritó lo suficientemente fuerte para que todos escucharan.

La cámara dio la luz roja y los dos jóvenes que estaban con micrófonos en la mano empezaron a hablar con ánimos, mientras que todas las personas que se encontraban observando estaban en silencio. ChangMin y MinHo al costado del productor general, mientras que unos pasos más atrás JiHyuk y TaeHyun, mientras que HaRyu observaba todo el mecanismo del programa a unos pasos detrás del menor de los Shim.

-¿A quién veremos ahora?- Preguntó la alegre joven a su compañero, que hizo una mueca de sorpresa.

-Un debut, y no de cualquier persona. Ella es hermosa, talentosa y la señorita que dejará en lo alto el nombre de Majestic. Ella es ¡Shim JiYool!-

La presentación de su nombre fue el píe para que las luces se apagaran y una suave melodía se escuchara en el fondo del escenario. Los reflectores se guiaron en una suave danza hasta hacer un círculo de tonos violáceos en el centro, delineando la delicada silueta de la joven. Unos golpes potentes de la música dieron indicio a que su voz se escuchara y que el show comenzara.

Los bailarines acompañaban a JiYool en lo fuerte de su baile, mientras que su voz calma se elevaba en los momentos cúlmines de la canción. ChangMin no dejaba de observarla con atención, pendiente a que todo estuviera saliendo bien, mientras MinHo sostenía su mano sobre el antebrazo de su pareja. La canción terminó y las personas que la estaban acompañando empezaron a aplaudir entusiasmados, dejando que al fin quien fue miembro de TVXQ pudiera respirar al fin.

TaeHyun gritó de la emoción, y HaRyu se le unió de inmediato. JiHyuk no mostró el júbilo que los demás, pero en su lugar había sonreído gratamente.

Jiyool en el escenario abrazó con fuerza a sus bailarines y apagó el micrófono que se adhería a su delgado rostro. Luego corrió para saltar directamente en los brazos de su padre más alto, abrazo al cual MinHo se unió de inmediato, apretando el cuerpo de su hija entre los dos, llenando de elogios y algunas correcciones. La joven se reía y asentía en forma distraída, sonriendo más en cuanto JiHyuk se había acercado a ellos.

A unos metros de la reunión que se producía, HaRyu no podía ocultar su sorpresa. Desde que había conocido a JiYool sabía que ella se esforzaba en sus entrenamientos, pero sin duda arriba del escenario había visto a toda una mujer presentarse.

-Sin duda ella es muy genial.- Comentó en dirección a TaeHyun que aún no se había movido de su sitio.

Él sonrió en respuesta, ladeando sutilmente su cabeza para poder ver a HaRyu. Pero el joven mitad japonés notó que, aunque su sonrisa fuera amplia, no transmitía un verdadero sentimiento.

-Lo sé. Ese fue siempre el sueño de noona.-

¿Melancolía? HaRyu estaba casi seguro que eso era lo que esas palabras le habían transmitido. Dubitativo por unos segundos, su mano se extendió a tomar la de él; acariciando con suavidad el dorso de su mano, como si fuera un consuelo silencioso entre los dos. Ninguno de los dos estaba acostumbrado a esa clase de contactos, sin embargo no les había molestado.

-Pronto será tu turno de debutar, estoy seguro.- Le dijo en voz baja, confiando en una sonrisa sincera.

TaeHyun sonrió un poco, conmovido por la preocupación que le transmitía el más pequeño. Pero ese era el hincapié que necesitaba. Observó a su familia unos segundos y luego jaló aquel enlace que permanecía entre sus manos para acercar sus cuerpos. La tenue penumbra consiguió que sus bocas se encontraran en un corto beso silencioso, oculto de cualquier mirada ajena que le permitiera poder sentir el dulce sabor de los labios de Han. Aquel que no llegó a procesar lo sucedido cuando ya se había separado y su amigo le sonreía como si nada hubiera ocurrido.

Su boca estaba entreabierta y la vergüenza hizo que sus mejillas se tiñeran de un rojo intenso, sin saber qué decir mientras su mano aún se encontraba aferrada a la de él. Pero no llegó a modular nada cuando JiYool llegó con ellos, trayendo consigo a JiHyuk. TaeHyun no tardó en felicitarla y abrazarla con cariño, rompiendo el enlace que hasta ese momento tenía con HaRyu, cosa que pasó desapercibida por su hermana, pero no por el joven Jeong. Ni mucho menos cómo las mejillas del pelirrojo se encontraban encendidas casi del mismo tono que su cabello.

HaRyu sintió la mirada penetrante de JiHyuk pero buscó esquivar aquella duda muda, levantando su cabeza para ver cómo TaeHyun hablaba entusiasmado con JiYool, como si nada hubiera ocurrido hace unos minutos. Dejando que la mente del más pequeño considerara que tal vez todo estaba siendo un juego cruel de su mente, y tal vez le estaba dando más importancia que de la que debería tener.

MinHo llegó con una sonrisa amplia entre sus labios y apoyó sus manos sobre la espalda de sus dos hijos.

-Chicos, estamos listos para brindar ¿Vendrán, verdad?- Con amabilidad y aquella sonrisa que había perdurado con los años, observó a los amigos de sus pequeños.

JiHyuk asintió en forma cortés, apenas inclinando su cabeza y agradeciendo como era su costumbre con el padre de su pareja. Pero a unos pasos de él, el joven mitad japonés dudó. Sabía que Jeong tenía una relación estrecha y desde hace muchos años con los padres de sus amigos, pero sentía que estaba siendo demasiado precipitado en aceptar aquella invitación.

Sin embargo, antes de que su boca pudiera formular una negativa, la mano de TaeHyun sostuvo la suya de nuevo, un tacto disimulado y sutil, sin dejar de observarlo. Aún así, su sorpresa fue que JiYool había avanzado hasta él, abrazándolo amigablemente y sonriendo con ímpetu, seguramente aún hiperactiva con lo que acababa de vivir.

-¡Vamos, pequeño! ¡Es mi fiesta y me gustaría que estés!- Le pidió con una pequeña mueca que arrugaba sus labios, haciendo un puchero notable.

MinHo observaba cómo entre sus dos hijos estaban rodeando a Han y supo que ya no tendría escapatoria. Rió divertido, más aún notando que JiHyuk parecía estar molesto de tal insistencia de ambos Shim. Sin embargo cruzó sus brazos, y un ligero pensamiento sobre la transparente juventud surcó su mente. Aún así, prefirió no acotar nada al respecto.

-Entonces pondré cuatro vasos para ustedes. No se tarden.- Terminó por sentado aquella discusión y se marchó a donde se encontraba ChangMin, dejando con las palabras en la boca a HaRyu.

Love Desire

Su cabello rubio caía sobre los ojos perfectamente delineados. Sus dedos blancos y largos estaban terminando de prender los botones de su camisa mientras que el espejo le devolvía la imagen fresca que reflejaba Kim JaeJoong a pesar de estar arriba de los cuarenta años. También, dejaba ver cómo Park YooChun tenía sus labios besando con delicadeza parte de aquella extensión apetecible que constituía su cuello. Sabiendo que no debía presionar más de la cuenta, que la piel de su soulmate era demasiado sensible como para dejar evidencia.

El cantante no podía negar que le gustaban aquellas atenciones. No en vano su mejor amigo sabía exactamente qué partes de su cuerpo eran las más sensibles. Pero en aquel momento su mente se encontraba demasiado lejos, pensando en aquella escena que había presenciado el día anterior. Si debía admitirlo, aún se sentía incomodo al encontrarse de frente con ChangMin; pero más que nada, el verlo en una forma tan amena con JunSu le hizo caer en cuenta que la vida había corrido y él ignoraba por completo muchas cosas.

Sus manos se apoyaron sobre las de su maneger, y giró a verlo, encontrándose con la mirada ligeramente desconcertada de YooChun.

-Ayer me encontré con ChangMinnie.- Su inconsciente hablaba por él, lo sabía desde el momento en que salió aquel apodo que en su juventud ocupaba para referirse a su maknae.

El hombre de semblante serio y cabello oscuro lo miró con dudas. Aun así lo soltó por completo, sabiendo que JaeJoong tenía demasiadas cosas en su cabeza para considerar el tener algo de sexo.

-¿Dónde lo encontraste? Es raro que el gran CEO Shim ande por lugares públicos y se haya encontrado contigo. Claro está, que sin que la prensa se haya enterado.- La cizaña con la que lo dijo no pasó desapercibida para Jaejoong, aún así este negó con la cabeza.

-Fue en el parque, en el que solíamos ir cuando éramos trainee ¿Lo recuerdas?- Comentó por lo bajo y sus pasos se dirigieron a sentarse sobre el sofá que estaba dentro de su camerino, cruzando sus piernas en una posición que acostumbraba. –Pero no estaba solo. En realidad, me encontré a JunSu esperándolo.-

Eso había significado un golpe directo en el estomago de YooChun. A pesar de que sabía que ChangMin estaba casado con su dongsaeng y que tenía una familia con MinHo, simplemente no podía evitar la mezcla de emociones que se aglomeraban en su vientre. Sabía que no era casualidad que él los haya encontrado primero, y que ahora fuera JaeJoong el observador. Eso le daba pie a que eran constantes sus encuentros. Aún así se calló, arrugando su ceño y mordiendo con suavidad sus labios.

-Supongo es normal. JunSu rompió antes las irregularidades que tenía la SM sobre él. Además, ChangMin es quien lo está ayudando en su promoción en Corea, sin meter a su empresa de por medio, sino como algo personal.- YooChun se cruzó de brazos al hablar, apoyando su cuerpo contra la pared cercana.

Su amigo, que lo miraba desde el sofá, elevó sus cejas. Reprochando con sus ojos entrecerrados el por qué le había ocultado algo como aquello. Pero su charla fue cortada por un golpe en la puerta que le anunciaba que la camioneta los estaba esperando. Ninguno dijo palabra alguna, porque sabían que esa charla sería retomada una vez el trabajo no estuviera interfiriendo.

YooChun le abrió la puerta y ambos salieron como si nada hubiera ocurrido en aquel camerino. Caminando con normalidad y siendo JaeJoong el que saludaba a algunas personas que amablemente hacían reverencia a él al reconocerlo. En el vehículo, Park se dedicó a hacer su trabajo, hablando cada tanto por su móvil y arreglando detalles que tenía que llevar a cabo para las presentaciones próximas, mientras que el otro hombre solamente miraba por la ventana. Perdido en sus pensamientos y en la imagen casi fantasiosa que le otorgaba ahora Seúl después de tantos años. Sabía que se estaba atormentando por un pasado que los demás parecían haber superado, y que si no avanzaba junto a los demás quedaría ahogado.

Estaba tan perdido dentro de sus pensamientos que tuvieron que anunciarle que ya habían llegado. Asintió y sabiendo el protocolo, se cubrió los ojos con las gafas oscuras que acostumbraba a llevar y bajó solo. Los flashes de las cámaras se dispararon de inmediato, y a pesar que la cantidad de periodistas no se comparaba con los que lo acosaban en su juventud, el regreso de Kim JaeJoong era una inigualable noticia.

La sala de conferencias estaba lista y en espera de él. Nadie lo acompañaba sobre el estrado, solamente aquel micrófono y una copa de agua. En cuanto hubiera tomado su lugar y leyera en forma superficial las hojas que estaban acomodadas sobre la mesa, escuchó la voz de YooChun a un costado, anunciando que daba inicio la conferencia de prensa.

-¡Señor Kim! ¡Señor Kim! ¿Qué nos puede anticipar de su Comeback después de tantos años?-

-Antes que nada me gustaría agradecer a todos los que están cubriendo mi regreso a Corea.- JaeJoong relamió sus gruesos labios y se inclinó sobre el micrófono.-Pienso traer sonidos de rock melódico, adaptar un poco lo que vengo trabajando hace muchos años en Japón, para el mercado local. Pero sin perder el toque que me ha representado en los últimos quince años.-

Su forma de responder había madurado con los años. Aquellas personas que hubieran sido testigos de Kim JaeJoong en su debut, e inclusive en sus épocas de promoción con DongBangShinKi podían ver cómo lo único que quedaba sobre aquel niño inexperto para hablar, era la insuperable belleza y los tics que lo caracterizaban.

-Su carrera en Japón fue llevada con un perfil bajo en cuanto a su vida personal. Inclusive se supo muy poco sobre su boda con la señorita Ayumi y sobre el nacimiento de un hijo ¿Nos puede hablar al respecto?-

Por unos segundos dudó exactamente cómo responder a aquello, pero de inmediato tomó la palabra.

-El mercado japonés es muy diferente al coreano. Inclusive las fans se manejan desde una perspectiva diferente. Sí, me casé hace quince años y tuve un hijo. Pero aunque Ayumi forme parte del mundo del espectáculo, ambos hemos decidido que nuestro hijo se mantenga al margen. Por lo que buscamos mantenerlo con la vida de un niño común y corriente.-

El murmullo en la sala se hizo alto, mientras que los periodistas levantaban sus manos buscando que le cedieran el siguiente cuestionamiento. Hasta que el staff indicó a uno que llevaba el logo de la SBS en su chaqueta.

-Señor Kim ¿Es casualidad que su regreso haya coincidido con el de Kim JunSu? Su antiguo compañero de banda.-

Esa pregunta resonó en su cabeza, e intentó no sonreír irónico, porque hasta él mismo se cuestionaba la casualidad de esa coincidencia.

-En efecto, es una casualidad. Hace algunos años que no tengo contacto con JunSu ah, aunque me encontré con él hace poco tiempo y me alegró saber que está teniendo una carrera a nivel internacional, reconocido como pocos.- Respondió con una sonrisa sincera, sin poder ocultar el orgullo que su dongsaeng le provocaba.

Antes de que iniciara de nuevo la ronda de preguntas, un periodista se incorporó elevando la mano para ser tomado en cuenta. JaeJoong lo miró y asintió con su cabeza a que pudiera preguntar.

-Acaba de decir que tuvo contacto con el señor Kim JunSu ¿Sucedió lo mismo con Shim ChangMin y Jeong YunHo? ¿Han podido hablar después de tantos años de su separación?-

El cantante se mordió la lengua y lamentó haberle dejado preguntar. Aún así, relajo su gesto y colocó sus manos sobre la base de la mesa que tenía en frente.

-No. No he tenido contacto con mis ex compañeros de grupo. Pero me enteré un poco de sus vidas por los medios de comunicación. Aún así, espero que estén teniendo una agradable vida.-

De inmediato el susurro de todos los presentes se desató.

Love Desire

A cada paso que daba recibía cordiales saludos de los menores que lo miraban con admiración. Y, aunque JongDae estuviera acostumbrado a eso, no podía evitar reír divertido cada vez que ocurría. Sin embargo, aquel día estaba buscando a una persona en especial. En su mano llevaba el móvil que con anterioridad había utilizado para intentar ubicar a JoonMyun, pero este parecía estar ignorando el maldito aparato.

Con la poca paciencia que traía, abrió la puerta de la sala de entrenamiento donde estaba seguro lo encontraría. Como era de esperarse no se equivocó, recibiendo la mirada sorprendida del mayor de cabello oscuro y arreglado. JongDae no tuvo que decir nada para que el otro cayera en cuenta sobre su error.

-¿Me creerás que no me di cuenta de la hora?- preguntó en voz baja, con una pequeña sonrisa avergonzada en sus labios.

-Sí. Te creo, pero eso no quiere decir que te limpie de tus pecados.- Admitió caminando en su dirección, sacudiendo su mano en el aire para reprocharle. –Los demás te están esperando, y tú metido aquí cuando todos los niños ya se han marchado.- Espetó al pararse en frente suyo, cruzando sus brazos sobre su pecho.

-Lo siento, lo siento. BoAh ssi me pidió mi opinión con respecto al nuevo grupo y no deseaba irme sin haberle dado una respuesta.- Aunque su voz era cansada, el otro hombre notaba cómo se encontraba exasperado.

-¿Y cuál es la duda?- Preguntó de inmediato JongDae, mirando aquellas carpetas que se encontraban sobre la pequeña mesa de madera que estaba en la sala de ensayos. –¿Son cuatro los aspirantes a un puesto?- Dedujo sin dejar de ver los legajos.

-Sí. Pero ese es el problema. Tengo en mente a uno, y no puedo disimular que es el que creo más apto para esa posición.- Admitió al remover las carpetas, pasándole a quien fue su compañero de grupo lo que tantos dolores de cabeza le traía.

-Y si ya tienes en mente algo ¿Cuál es el problema?- JongDae estaba perdido, elevó sus cejas y su mirada a JoonMyun, consiguiendo que este se frustrará un poco más.

-Es el que menos tiempo tiene dentro de la empresa. Allí está el problema. Pero no es un niño pequeño, siento que si pierde mucho tiempo en el entrenamiento desperdiciaríamos lo que se puede tomar a fruto. BoAh sunbaenim no está segura porque estos niños…- musitó palmeando las demás carpetas. –Tienes más tiempo, por ende, mejor preparación. Aún así, el grupo nuevo necesita una voz potente que rompa con todos los esquemas, y es lo que creo Han HaRyu posee.-

JongDae era conocido por tener una pequeña sonrisa felina, y esta se explayó por completo al escucharlo decir eso.

-En realidad creo que deberías dejar de intentar convencerte de por qué no es una buena idea y demostrarle a los señores Jeong por qué sí lo es. Hace mucho tiempo que no te escuchaba hablar con tanta emoción del talento de una persona.- Aseguró, devolviendo los papeles al otro hombre, que con una sonrisa tímida lo aceptó.

-¿Lo crees? Han tiene algunas dificultades, pero sé que con un entrenamiento intensivo será suficiente.- Remarcó, tomando el bolso que tenía en el suelo para guardar todas sus pertenencias.

-Lo creo, confía en el gran Kim JongDae. Y si necesitas ayuda, puedo darle apoyo en su canto o interpretación.- Sonrió divertido ante su propia idea, con los brazos cruzados y su mentón elevado apenas al verlo.

-Sin duda tienes siempre con que sorprenderme.- JoonMyun lo miró curioso al decir aquello, apoyando el bolso sobre su espalda. Sacó su móvil del bolsillo trasero para marcar el número de su jefe, esperando hasta que la voz femenina lo atendió del otro lado. -¿BoAh ssi? Sí, ya tomé mi decisión. –

JongDae lo siguió de cerca, escuchando atentamente la conversación ajena, como si todo se tratara de un juego. Porque acababa de confirmar que la directora suponía la decisión que estaba tomando el entrenador.

-Sí. Chen y yo lo acompañaremos en su crecimiento en estos meses, prometemos darle el artista que están necesitando… Está bien, tenga buenas noches.- Susurró al final antes de cortar la comunicación. Suspiró profundamente y se encontró con la mirada curiosa de su amigo. –Muy bien, tenemos poco tiempo, así que espero no escucharte quejando de tu falta de tiempo.- Le indicó con una sonrisa amplia, consiguiendo una carcajada del más pequeño.

-¡Seré niñera!- Exclamó divertido, antes de que su propio móvil sonara y mirara alarmado. –Si es que sobrevivimos, los chinos ya llegaron.- Dijo alarmado, tomando a JoonMyun para jalarlo con rapidez fuera de la empresa.

Love Desire

Ese día había sido demasiado largo y en cierta medida cansador. La noche ya estaba cayendo y el cielo estaba teñido de un naranja mezclado con el azul oscuro. HaRyu se había divertido en aquella fiesta, y no se arrepentía de haberse escapado del colegio. Pero tampoco podía ocultar el nerviosismo que le producía el estar ahora caminando solo en la compañía de TaeHyun. Aunque el mayor no hubiera dicho nada en todo el camino, su vergüenza lo traicionaba y sus pasos eran torpes, algo inseguros a su lado.

Después de que JiYool se retirará a descansar, JiHyuk había regresado a entrenar a la empresa. Y como ese día se habían suspendido sus propias prácticas, él estaba dispuesto a marcharse a su casa, cuando fue su compañero de banco quien insistió en no dejarlo solo. Pensó hablarían con respecto a lo sucedió, pero se confundió. HaRyu empezaba a considerar que había enloquecido y que ese beso había sido solo un accidente, nada intencionado.

Se detuvieron en la puerta de entrada a su residencia. TaeHyun esperaba a que Han sacara las llaves antes de sostenerlo por la muñeca, consiguiendo sus miradas se chocaran en un breve contacto.

-Sé que fui algo impulsivo hoy. Pero… No me arrepiento de haberte besado.-

Tal vez era su inexperiencia romántica, o que TaeHyun conseguía que su mente quedara en blanco por segundos, pero las piernas de HaRyu casi fallaron. Sus labios se movieron, pero no emitió sonido alguno. Y la vergüenza se aglutinó con mayor énfasis cuando, a espaldas de su compañero, notó la figura de su padre llegando. En forma inconsciente alejó aquel enlace que sostenían y escondió su mirada. El castaño no comprendió su reacción hasta que una voz lo hizo voltear.

-Es la primera vez que HaRyu trae un amigo a casa.- Murmuró JaeJoong, imponiendo su presencia.

El japonés había cometido un error muy grave, y ahora lo sabía. Los ojos de TaeHyun habían inspeccionado con rapidez la figura del progenitor de su amigo, y por unos segundos miró con desconcierto al menor, sabiendo que este comprendería todas las dudas y sospechas que traía en su cabeza. A diferencia de él, los hermanos Shim habían crecido en su propio país, y estaban más mimetizados con la historia de sus padres.

-Llegaste temprano.- Interfirió de inmediato en busca que esa atmósfera desapareciera, aunque era imposible.

-Un poco, me desocupé antes.- A su edad, el adulto sabía que ambos niños estaban incómodos en su presencia, pero no pretendía alejarse. -¿No me presentarás a tu amigo, HaRyu?- Insistió sin disimulo en su curiosidad.

TaeHyun se mordió unos segundos el labio inferior, pero de inmediato recuperó su compostura. Le sonrió con cordialidad e inclinó su cabeza en dirección al rubio.

-Lamento mi mala educación, señor Han. Me llamo TaeHyun, soy compañero y amigo de su hijo. Solamente lo acompañé porque vivo cerca, y como le cuesta aún ubicarse en las calles de Seúl.- Su mentira salió con tanta naturalidad, que HaRyu envidiaba la sonrisa que parecía sincera y ocultaba cualquier rastro de incomodidad.

-¿Sí? Hijo, sabes que si tienes problemas para ubicarte puedes decírmelo, o inclusive a tu tío.- Murmuró desaprobatoriamente, arrugando su nariz. Pero suspiró apenas al silencio que recibió como respuesta. –De todas formas, muchas gracias por cuidar de él.- Hizo una pequeña reverencia que fue correspondida de inmediato.

-No hay de qué. Nos veremos mañana, HaRyu.- Con un saludo con su mano TaeHyun caminó lejos de la residencia de los Han.

El silencio perduró hasta que la figura del otro adolescente desapareció, dejando rienda suelta a la rabieta y enojo con la cual miró el más pequeño a su padre.

-Algún día aprenderás a ser más disimulado.- Espetó con enojo, abriendo la puerta e intentando azotarla una vez ingresó.

JaeJoong chasqueó su lengua, sosteniendo la madera antes de que se golpeara y entrando después de él.

-Aún eres un niño.-

-Siempre seré un niño para todo.- Murmuró a lo lejos, subiendo rápidamente a su habitación.

JaeJoong sentía que su cabeza volvía a doler. Pasando sus manos por su pulcro cabello para sacudirlo, suspiró en forma pesada mientras que se quedaba allí, parado observando por donde el menor había huido.

¿Cómo le podía decir que esa escena y esa mirada de nerviosismo de su hijo, él lo había vivido en carne propia hace años atrás?

Mientras que HaRyu sentía su corazón aún latir con fuerza, los nervios se hacían un bollo en su estomago, mezclados con el enojo que le había producido la interrupción de su padre. Ahogó su respiración unos segundos contra la almohada, intentando recuperar un poco la tranquilidad.

Su móvil en su bolso sonó una primera vez anunciando un mensaje, ignorándolo en primeras instancias, pero cuando volvió a sonar su cuerpo se deslizó un poco sobre el colchón. Sacó con cuidado su teléfono y abrió sus ojos sorprendido al notar que tenía cuatro mensajes de TaeHyun.

TaeHyun
Hoy me interrumpieron dos veces. Es injusto. 19:34
Aún así quería decirte algo ¿Debería esperar? 19:34
Espero poder verte mañana. Me aseguraré que nadie nos moleste, quiero saber qué piensas. 19.35
Porque creo que es obvio que sabes que me gustas. Buenas noches, Ha-Chan. 19:36

Durante segundos estuvo leyendo aquellos cortos mensajes. Si bien, la homosexualidad no era algo de lo cual sorprenderse, tampoco consideró que su llegada a Corea le traería tantos cambios. Se mordió fuerte el labio inferior y dudó antes de dejar que sus dedos empezaran a escribir con rapidez.

HaRyu
Te veré mañana, también me gustaría hablar contigo.19:46

Miró la pantalla que tenía aún un mensaje sin enviar, pero con un suspiro terminó presionando el botón “enviar”.

HaRyu
También me gustas. Descansa. 19:50

Love Desire

-Buenos días, señora Jeong.-

BoAh inclinó su cabeza con una sonrisa a la joven secretaria que la recibía en su oficina. Ese día YunHo estaría ocupado en diferentes reuniones y le correspondía cubrir todas las necesidades de la empresa; así que pidió un café negro antes de dejarse caer en su escritorio.

Observó las pilas de expedientes, cuentas y carpetas de los programas de música, y suspiró con cansancio. Prendiendo la computadora portátil que tenía a su lado, cruzó las piernas y buscó una posición cómoda en su sillón, sabiendo que tendría largas horas allí aún.

Ojeó superficialmente las cosas que tenía por hacer, las separó según su importancia y fue despejando el centro de su escritorio para empezar a trabajar. Pero su atención se centró en el legajo que apenas el día anterior había pedido.

-Vaya, fueron rápidos.- Susurró mientras apoyaba su espalda contra el sofá, dando vuelta la tapa para empezar a leer. Sin embargo, no pudo avanzar demasiado cuando un dato hizo que su corazón sintiera un vuelco en el estómago y sus labios se abrieran con sorpresa. -¿Hijo de Kim JaeJoong?-

Continuará...

¿Y qué tal estuvo?

¿Les cuento un secreto? Al fin, en el próximo capítulo YunHo y JaeJoong se verán las caras frente a frente. Siento que me está tomando mucho tiempo desarrollar este fanfic lol pero es que no deseo que sea todo precipitado y sin forma, quiero justificarlo, que conozcan a los niños y porque los adultos están de esta forma.

Si desean preguntarme algo o pedirme algo les dejo mi cuenta de ASK:

Por último, quisiera decirles que comenzaré un fanfic nuevo, también yunjae, aunque en este caso universo alterno, espero que les guste. Y mañana u hoy a la noche, publicaré un nuevo one shot, pero será dedicado a ChangMin y a MinHo, así que al que le guste está invitado a leerlo.


Gracias a mi beta TSUKI por corregirme, y sin más, huyo, nos veremos pronto <3