Titulo: Love Desire
Autor: Jung Naomi
Pareja: YunJae
Extensión: 6/?
Resumen: ¿Amor? ¿Obsesión?
Después
de que TVXQ! Y JYJ siguieran sus caminos los años han pasado con mucha rapidez.
Ya no son niños inocentes, tampoco esos jóvenes adultos que se dejaban llevar a
través de los impulsos. Y tal vez, era esto lo que más se lamentaba Kim
JaeJoong. Después de una última discusión nunca más se había cruzado en el
camino de Jung YunHo.
¿Pero
será casualidad o destino? Algunas cosas están escritas a volver a cruzarse y
luego de años alejados es momento en que dos adolescentes irrespetuosos y
egocéntricos terminen por hacer que se encuentren de nuevo cara a cara.
Kim
HaRyu desconocía la historia de su padre con otro hombre, y sin darse cuenta
caerá en las redes de un Jung.
Love Desire
Desde el día en que el matrimonio
de Jeong YunHo y Kwon BoAh se había hecho público la enigmática familia había
pasado a ser foco de atención de toda la sociedad. Aunque no había sido una
sorpresa, considerando la edad de ambos, sí fue la noticia de que ambos habían
concebido un hijo antes de llegar al altar. A pesar de que sus representantes
lo negaran, las cuentas de los meses no cerraban entorno a la boda y el
nacimiento de su único primogénito. Pero ya habían pasado muchos años desde
aquel acontecimiento y lejos quedo el rumor para no manchar la perfecta imagen
que reflejaban.
Desde la señora de Jeong, una
mujer con carácter y fuera del prototipo común sumiso. YunHo, la cabeza de una
de las empresas más importantes de Corea, y su hijo, JiHyuk, un joven perfecto
en todos los sentidos de la palabra. A nadie sorprendía lo responsables que
eran, ni la familia que encajaba en el prototipo de perfectos, por más que esto
estuviera muy lejos de la realidad.
El reloj seguía corriendo sus
manijas, y el sonido insistente se mezclaba con el de los papeles que pasaban
entre los dedos del director de la empresa SM. Con la portátil abierta a su
lado y una pluma entre sus largos dedos, había perdido la noción del tiempo.
Sumando y controlando cada uno de los ingresos que no había notado la delgada
silueta femenina que estaba apoyada con el borde de la puerta.
No era una escena inusual entre
ellos, pero BoAh no podía ocultar la preocupación que le producía su esposo.
Por lo que avanzó hasta quedar en frente de él, así consiguiendo que su
atención se elevara y la viera a través de aquellos finos vidrios de los
lentes.
-No me digas.- Se adelantó de
inmediato a las palabras de su mujer, sonriendo, aunque fuera una mueca
cansada. -¿Se hizo muy tarde?-
-Veinte minutos para la una. Y
mañana debes de estar en la empresa temprano.- Aunque le estaba reprochando su
tono de voz era suave. –Mañana puedes hacerlo en tu oficina. Con el cansancio
que tienes encima no me sorprendería que se te pasen detalles, YunDol.-
El hombre tiró su espalda para
acomodarse en su enorme silla, haciendo un ligero chirrido al desplomarse por
tan solo unos segundos.
-¿JiHyuk está durmiendo ya?-
-Desde hace un poco más de media
hora. Hoy tuvo horas extras de las prácticas.- A medida que le comentaba
aquello BoAh observó de reojo los papeles desparramados sobre la mesa. -¿Son
los contratos para el nuevo grupo?-
-Si. No quiero dejar ningún cabo
suelto, aunque siento que hay algo que no me termina de convencer.- Al confesar
aquello su cuerpo se volvió a enderezar, pasando una de las carpetas a la
mujer.
-Cuatro miembros.- Comentó al
aire mientras que miraba con cuidado la fotografía de cada uno que se
encontraba al frente ¿Crees que con ellos sea insuficiente?- Preguntó
intentando descifrar por dónde se enlazaban los pensamientos de su pareja.
-No estoy seguro. Sé que sus
voces son buenas, pero no quiero que sean el prototipo común de ídolos.- Con un
suspiro de cansancio mostró como le estaba frustrando aquel tema, consiguiendo
BoAh elevará apenas sus cejas.
-¿Qué te interesa? ¿Un grupo de
baile, vocal de variedades? Veo que aún no lo tienes definido.-
-Creo que ese es el problema
principal. No lo sé. Me gustaría poder mezclar perfectamente los integrantes
para que la formula sea perfecta.- YunHo volvió a tomar la carpeta y giró las
páginas, viendo los integrantes, entre ellos, la foto de su hijo.
-No deberías tomarlo como algo
personal, cariño. Sé que quieres lo mejor para JiHyuk. Pero creo que la primera
falla aquí es que les falta una voz más potente. El muchacho chino que
escogieron es bueno… Pero el color de su voz no me convence, si me permites
opinar.-
YunHo consultó su mirada e hizo
una mueca, no disgustado con su comentario, al contrario, tomando en cuenta
aquellas palabras. Asintió y cerró la carpeta, consiguiendo BoAh sonriera con
dulzura, marcando las ligeras arrugas de las comisuras de sus labios y los
hoyuelos de sus mejillas.
-Te espero en la cama, no
tardes.- Con esa sencilla frase se giró para salir de la amplia oficina.
Jeong comprendía que eso no había
sido una petición, sino una orden y rió con sutileza. Después de todo, desde
que eran unos niños, ella siempre había sido quien dictaba. Pero a él no le
molestaba, porque sabía que en la mayoría de las veces se trataba de cosas para
poder cuidarlo.
Estiró sus piernas, empezando a
apilar los papeles sobre su escritorio y apagando la portátil, dejando todo
listo para que a la mañana siguiente pudiera llevarlo a la empresa. Pero antes
de salir quedó una vez más con su mirada puesta en la carpeta que era su motivo
de frustración.
-¿Cinco miembros?- Musitó con
suavidad, ladeando su rostro para poder ver aquella foto que enmarcaba el
primer premio que había obtenido con su grupo. El puete de su nariz se arrugó y
se detuvo, sintiendo cómo una avalancha de pensamientos lo golpeaban antes de
suspirar.
Sacó del bolsillo de su saco su
móvil, tecleando rápidamente antes de enviar el mensaje. Apagó la luz de la
oficina antes de caminar lentamente por el pasillo hasta su habitación. Mientras
que a unas cuadras de allí, el móvil de ChangMin le anunció que había recibido
un mensaje.
Love Desire
-Suerte en el trabajo, papá.-
HaRyu cerró la puerta al salir de
su hogar. Enredó mejor la bufanda entorno a su cuello, cuidando del frío su blanquecina
piel. Pero no llegó a caminar muy lejos de la entrada principal cuando se
interpuso ante él la figura de Park YooChun. Aquel hombre maduro y con ligeras
canas blancas en su cabello peltre. No hubo conversación entre los dos, un
silencio que el joven Han había comprendido cuando el ex artista caminó a su
automóvil, sus pasos lo siguieron de inmediato.
No hubo ni una palabra entre los
dos. HaRyu se encontraba demasiado temeroso para expresar algo, y YooChun
estaba perdido en sus pensamientos como para mencionar algo. Manejó en aquella
posición hasta una cafetería que conocía de antemano y le indicó bajar. Con la
discreción que lo caracterizaba lo guió hasta una pequeña mesa, donde sabía
podía hablar con libertad con su “sobrino”.
La joven camarera tomó el pedido
de ambos, y fueron tan solo unos segundos en aquel ambiente mudo hasta que el
más pequeño tuvo el valor suficiente para elevar su cabeza y ser el primero en
hablar.
-No se lo dijiste a papá…- Empezó
con una suave afirmación, mordiendo con fuerza su labio inferior. -¿Por qué no
se lo dijiste?- Tal vez era una pregunta demasiado peligrosa, pero el mitad
japonés necesitaba saberlo.
YooChun se sacó los lentes de sol
que cubrían sus ojos y corrió las manos, dejando unos segundos en silencio cuando
le trajeron su café y la chocolatada para el estudiante. Esperando estar
nuevamente solos para hablar.
-Porque destrozaría a Joongie.
Aunque te cueste comprender el verdadero daño que estás haciendo.-
Esas palabras habían sido
tajantes y habían caído con todo el peso sobre el menor. Aquel que no lo miraba
de nuevo y mecía la cuchara dentro de su chocolate caliente. Con aquel gesto
lastimero, Park dejó salir un corto suspiro, y supo que debía relajarse un poco
en sus palabras. A final de cuentas, él era tan solo un niño que no comprendía
el gran impacto de sus acciones.
-HaRyu… Sé que JaeJoong fue muy
exigente contigo. Ya tienes la edad suficiente y el deseo de ser un artista.
Pero de todas las empresas que existen en Corea ¿Por qué esa, justamente?-
YooChun sin darse cuenta hacía sonar la cuchara contra el plato que contenía su
taza. Sin poder ocultar la frustración que lo azotaba desde el día anterior.
-No fue adrede.- Se defendió casi
de inmediato. Haciendo que aquel tono de su idioma natal se notará en las
palabras en coreano. –No lo fue, ni siquiera sabía que la empresa de la cual
siempre hablaban con papá era esta…- Dijo pausadamente lo último, soltando
lentamente su oración. -Un amigo me aconsejó audicionar para Majestic. No me
pedían muchos papeles y sería mi primera experiencia, así que lo hice. Pero en
el momento en que estaba por cantar entró un representante de SM. No lo
conocía, solamente canté… Y fue YunHo sunbaenim quien me ofreció ser entrenado
en sus instalaciones.-
YooChun estaba escuchando con
calma aquel relato, hasta el momento que aquel nombre salió y sus ojos se
entrecerraron. Si bien, sabía que su ex compañero era la cabeza de la empresa,
no supuso que llegaba hasta esa zona sus influencias. Aunque de cierta forma no
le sorprendía.
-¿Jeong YunHo, no es así?-
Preguntó casi como una obviedad, tirando su espalda a apoyarse mejor en la
silla. Hasta recibir una afirmación del otro lado. -¿Él sabe quienes son tus
padres?-
A HaRyu no le gustaba la forma en
qué se estaba tornando la charla. Con el gesto que reflejaba el rostro de su
tío comprendía que era cierta la enemistad que existía entre ellos, a pesar de
haber sido compañeros. Sin darse cuenta, su corazón empezó a latir fuerte, con
molestia.
-No, ocupé el apellido biológico
de mi papá.- Respondió aparentando normalidad, aunque YooChun le respondiera
con un pequeño bufido que consiguió que el menor no pudiera evitar seguir
indagando. -¿Conoces a YunHo sunbaenim? ¿Trabajaron juntos en el pasado?-
Preguntó directamente, elevando la taza para beber pausadamente de ella.
El compositor se dio cuenta de su
error y relajó de inmediato sus expresiones. Aunque sabía que HaRyu ya se
encontraba en edad de saber más sobre aquel incidente él no era el indicado
para contarle sobre aquello. Negó con su cabeza y tomó su café con aparente
calma.
-Lo conozco, pero no tenemos
ninguna relación. Aunque esas ya son cosas del pasado, no importan.- Sin
mirarlo respondió; tomando azúcar para verter sobre su taza al sentirlo amargo.
Estaba evitando verlo a los ojos,
por lo que no notó como los ojos de HaRyu lo observaban con incredulidad.
Negando con su cabeza de un lado al otro.
-Me estás mintiendo en la cara,
tío ¿Es así como funcionan las cosas entre tu y papá?- Preguntó con cinismo,
elevando su tono de voz y consiguiendo la atención de YooChun por completo. Lo
miró desconcertado por unos segundos. A su silencio el joven prosiguió.
-¿Entonces es cierto? ¿Le dieron la espalda a sus ex compañeros por dinero?-
Aquella simple frase fue como una
bofetada para el mayor. De un impacto tan profundo que en su interior sintió
una angustia que hace mucho tiempo había tapado. Intentó negar, murmurar algo;
pero los ojos del pequeño lo miraron en total desaprobación antes de
levantarse. Sin decir nada más tomó su bolso y corrió saliendo de la cafetería,
dejando a YooChun con un dolor que creía haber olvidado en aquel invierno del
2009.
Love Desire
Los delgados y blanquecinos dedos
sostuvieron firme la pluma al momento de firmar. Los flashes se dispararon uno
tras otro mientras que JaeJoong se incorporaba y sonreía. Aquel dulce encanto
de su sonrisa y lo atractivo de su persona seguían siendo un imán para quien lo
mirara. Los reporteros se abalanzaron sobre él para hacerle preguntas.
-¡JaeJoong ssi! ¡Esta es su
primera aparición pública en Corea! ¿Es cierto que está preparando un álbum?
¿Tiene planes en la actuación?-
El artista hizo un ademán con su
mano, como si llamara a la calma entre la gente que se encontraba amontonada en
aquel café.
-Hoy estoy solamente inaugurando
la nueva cafetería de las sedes que poseo. Pronto estaré haciendo una
conferencia de prensa con respecto a mis actividades, muchas gracias por su
atención.- Cordial, en el tiempo que había seguido su carrera como solista, Kim
había aprendido a manejar a la prensa.
Una de sus hermanas le indicó que
podía salir por una puerta posterior. Y luego de un saludo en una reverencia se
giró sobre sus talones. Conversó por algunos segundos con su pariente a medida
que salía, y aceptó aquella taza de café recién preparada que le había
ofrecido. Con un beso sobre su mejilla quien una vez fue conocido como Hero
subió a su vehículo y arrancó.
Aún era muy temprano, aunque el
horario pico hubiera transcurrido hace algunos minutos. Sus ánimos eran
demasiados calmos para meterse en la empresa y como tenía algunos minutos
libres condujo con calma a un sitio que quería visitar desde que había llegado
a Corea. Alejándose un poco del bullicio de las calles principales, su
automóvil último modelo penetró entre un parque, avanzando tan solo unos metros
antes de estacionar. Con su café en la mano descendió y caminó tranquilamente
en medio del ruido natural de los árboles y el zumbar del ligero viento.
Aquel camino era conocido para
él. Y de repente el pesar de los años se iba quedando cuando se acercaba a una
zona en especial. Justo en donde empezaba la arena que rodeaba a los columpios,
JaeJoong se quedó parado en su sitio. Sus ojos miraron con incredulidad aquella
figura que se mecía en una de las hamacas, y consideró si era una ilusión
creada por su propia nostalgia, o si realmente era JunSu quien estaba sentado
en frente suyo.
Ambos se miraron por unos
segundos, y compartieron una pequeña sonrisa. Eso fue suficiente para que
JaeJoong se acercara y se sentara a su lado, meciendo un poco sus pies en aquel
ambiente conocido que, aunque estuviera haciendo frío, se sentía cálido en su
pecho.
-A pesar de haber hablado contigo
por teléfono todo este tiempo… Siento que fueron años de tenerte lejos, Su.-
La sonrisa que se apoderó de los
labios del cantante de musicales delineó con pequeñas marcas de edad sus ojos.
-Fue mucho tiempo fuera de Corea,
hyung. Aunque creo que ambos seguimos pensando de la misma forma.- JunSu apoyó
sus manos sobre las cadenas que sostenían su asiento, sin dejar de mirar
directamente a quien era su amigo hace tantos años.
-Eso creo. Hace un mes que estoy
aquí de nuevo, pero tenía cierto miedo de volver a este sitio.- Comentó en
forma distraída, extendiendo su café al menor, ofreciéndole, cosa que este
amablemente negó.
-Aquí solíamos pasar muchas horas
después de nuestros entrenamientos como aprendices ¿Recuerdas? Allí solía estar
el señor Lee, quien nos vendía pollo frito.- Entusiasmado su voz se agudizó un
poco, señalando a su izquierda, a un sitio que ahora solamente se encontraba
rodeado de árboles.
-¡Es cierto! ¿Recuerdas aquella
noche que se te cayó en el césped? Estabas llorando~ -
JunSu soltó una carcajada,
marcando aquella particular forma de hacerlo al tirar ligeramente su cabeza
hacía atrás.
-¡De todos los recuerdos tienes
que mencionar ese! Era tan solo un niño.-
JaeJoong rió a su lado, cubriendo
sus labios con el dorso de su mano y tirando ligeramente su cuerpo hacía el
frente.
-Es que eras adorable, JunSu ah…
Y mírate ahora. XIA, el artista que emociona a todos, la voz de Asia.- Cada
palabra dicha era envuelta por orgullo, y aunque JaeJoong no lo mirara, JunSu
sabía que lo decía con sinceridad mientras bebía pausadamente su café con una
sonrisa.
-Lo dices para avergonzarme.-
Susurró, porque no importaba cuánto pudiera imponerse en el escenario. Aún le
costaba recibir los halagos de esa forma.
-Sabes que no miento. Aunque
realmente me sorprende el verte descansando durante un día de semana. –Mencionó
en forma calma, manteniendo sus ojos en él, por lo que no había visto a aquel
hombre que había llegado y los observaba.
-Digamos que JunSu comprende mi
agenda apretada y me estaba esperando.- Una voz pausada con un ligero tono sarcástico
heló la sangre del más grande presente.
JaeJoong giró a ver a aquella
alargada figura, reconociendo a ChangMin de inmediato. Después de todo, los
años solamente habían ensanchado un poco sus hombros. Aquella mirada
ligeramente asimétrica se combinaba a la perfección con la sonrisa torcida de
sus labios; una mueca que por unos segundos lo hizo sentir cohibido y fuera de
lugar.
JunSu sonrió sin poder evitarlo,
porque los gestos de Kim siempre habían sido transparentes, y eso era un rasgo
que jamás había sido borrado de su personalidad.
-Yo… Creo que los estoy
interrumpiendo entonces. Fue un gusto verte, JunSu.-
Sin mirar a ninguno de los dos se
incorporó de golpe del asiento y caminó rápidamente por el mismo sitio por el
cual había llegado. La mirada de Shim lo había seguido con curiosidad y una
pequeña sonrisa, divertido, porque los años y el silencio entre ellos habían
formulado grandes fantasmas en la cabeza JaeJoong.
-Pudiste haberle dicho algo para
que no se preocupara.- Le reprochó de inmediato Xia, consiguiendo un chasquido
de parte de su ex compañero.
-¿Y quitarme la diversión de
verlo de esa forma? Hyung no cambió en nada. Sentí que volví a verlo aquella
vez que lo conocí siendo unos adolescentes.- Se excusó con diversión,
acercándose y ectendiendo a él una taza de café, algo que JunSu no pudo negarse
a recibir.
-En realidad… Creo que ninguno ha
cambiado.-
Love Desire
El primer receso del día
significaba un alivio momentáneo para los alumnos. A pesar del frío los patios
se llenaron de gente. Pero lejos de cualquier persona, JiHyuk muchas veces
disfrutaba de la soledad y el silencio, sobretodo en los momentos que
necesitaba pensar y ordenar un poco su cabeza. Estaba sentado sobre uno de los
últimos escalones de la escalera que llevaba a la azotea, con su espalda
apoyada contra la pared y sosteniendo entre sus dedos aquella tableta
electrónica.
Una y otra vez pasaba en su mente
aquel recuerdo del día anterior. La corta conversación que había logrado
escuchar entre HaRyu y el ex cantante Park YooChun. Después de haber estado mirando
a la misma nada soltó un suspiro, tecleando con rapidez sobre la superficie
táctil, observando cómo vídeos se abrían bajo aquel nombre: “TVXQ!”. Algunos
con una antigüedad que le sorprendía pero guiado por la curiosidad desplegó el
primero, aquel que se titulaba como “Mirotic”.
Con los primeros golpes musicales
se dio cuenta que era un tema que él ya conocía, pero no en la forma en que lo
solían presentar. Se acomodó mejor en su asiento improvisado y observó a la
peculiar bruja que tomaba en sus redes a los cinco muchachos. JiHyuk elevó
apenas sus cejas y aunque le llamará la atención su padre, su mirada estaba
puesta principalmente en aquel hombre que resaltaba en su atractivo a simple
vista. Un cabello oscuro, una voz poderosa y un rostro que reconocía como el de
HaRyu.
-No hay forma de negarlo, son
idénticos.- Murmuró en forma pausada, con una frase exclusivamente para él.
Luego, observó a YooChun, sabiendo que a pesar de que la edad había modificado
sus rasgos era aquel hombre que había estado con su compañero de clase. –Pero…
¿Él no es “Kim”?-
Se mordió el labio inferior y
automáticamente salió de aquel vídeo. Tecleó con rapidez el nombre de “Kim
JaeJoong” y la información no tardó en aparecer. Abriendo varias ventanas leía
de arriba abajo, pero sin encontrar nada concreto. Lo último que se sabía de él
era su vida en Japón. Borró de inmediato su nombre, y aunque con cierta duda
volvió a escribir, pero esta vez: “Han JaeJoong”.
Sus pequeños ojos se abrieron un
poco con sorpresa, moviendo hacía abajo aquella información que ahora le
aparecía.
-¿Han JaeJoon? Así que es
adoptado…-
-¿Quién es adoptado?-
JiHyuk era normalmente alguien
despierto en todos sus sentidos, por lo que la presencia sorpresiva de TaeHyun
a unos escalones más abajo lo sobresaltó. Por reacción cerró la ventana que
leía y lo miró, apoyando sobre su regazo el aparato.
-El último drama que está
protagonizando KyongSoo sunbaenim.- Se excusó con rapidez, sin demostrar alguna
clase de nerviosismo, sonriendo con suavidad. Después de todo, con Shim tenía
una confianza profunda después de haberse criado juntos.
Su compañero no dudó de su
palabra y subió unos escalones más, mirando con cierta curiosidad a su
alrededor.
-¿JiYool noona no está contigo?-
Preguntó doblando una de sus piernas para sentarse cerca suyo.
-Está ensayando en el salón de
música. Dentro de dos días será su debut y ya tiene los nervios encima, por lo
que creí que lo mejor es dejarla respirar y tranquilizarse.- Le contestó
consiguiendo un asentimiento de parte del otro muchacho, convencidos de que era
lo mejor en ese momento.
-Con razón dijo que no volvería a
casa hoy. Debe de tener los últimos ensayos.- Respondió, elevando apenas su
rostro con una sonrisa.
-Creo que es lo mejor. Tu
seguridad física correría peligro si es que con los nervios que trae encima
esté gente cerca.-
TaeHyun rió divertido a tal
comentario de JiHyuk, arrancando una suave sonrisa en los labios de él también.
-¿Lo crees? Muchos dicen que ella
se parece a mi padre ChangMin. Aunque nunca la he visto en la empresa
ensayando.-
-Uf~ -El joven Jeong soltó el
aire y meneó su cabeza en una negativa. –Te asustaría. Pero la comprendo,
después de tanto tiempo al fin lo consiguió y tiene miedo de equivocarse en la
primera presentación.-
Ambos estaban inmensos en una
conversación cómoda, casual, algo que desde que Han había llegado se había
vuelto complicado entre la enemistad que existía entre JiHyuk y HaRyu. Pero esa
era una rivalidad que TaeHyun en cierta manera no comprendía y no se hacía
participe. Lejos de notar que al final de la escalera el hijo de Kim JaeJoong
los veía hace algunos segundos, mirando con curiosidad la sonrisa que
desprendía Jeong y cómo con TaeHyun parecía ser una persona diferente. Su mano
se ciñó en la baranda de la escalera y sin mencionar palabra alguna se giró y
bajó dejando a ambos en su privacidad.
Love Desire
Majestic y SM Entertainment eran
dos empresas diferentes, pero que tenían fuertes lazos económicos y sociales.
ChangMin era la cabeza de la asociación que había creado junto a otros
empresarios y había denominado “Majestic”, pero a nadie le sorprendía verlo por
largas horas en los pasillos que correspondían a la empresa de logo rosado.
Aquella mañana no era la excepción, aunque a diferencia de otros días no había
llegado con el amanecer, sino cuando las manecillas del reloj indicaban que
faltaba menos de una hora para que diera el mediodía.
Se lo veía relajado y de buen
humor. Saludó a la secretaria que estaba afuera de la oficina de YunHo y sin
permiso alguno ingresó. Detrás de su escritorio la mirada oscura de quien había
sido su líder lo miró con una ceja arqueada, algo que Shim ignoró y se sentó en
la silla que estaba en frente de su escritorio. Los ojos profundos y marcados
de Jeong lo observaron con claro reproche, pero del otro lado obtuvo una
pequeña sonrisa divertida, consiguiendo que la frustración del CEO solamente
aumentara.
-¿Qué? Me pediste viniera.- Se
encogió de hombros, con la actitud prepotente de un niño.
-Te pedí vinieras a primera hora,
Min, no cuando te acordaras. Pero eso no importa ya.- Con una seña de su mano
YunHo le restó importancia.
-Sé de lo que quieres hablar,
hyung, y te facilitaré el interrogatorio.- Con el mismo gesto de diversión
ChangMin pasó sobre la mesa una carpeta de tapa dura, aquella que contenía los
colores blancos y rojos, esperando a que su compañero lo tomará antes de volver
a su posición. –Sabía que en algún momento me preguntarías, así que allí está
todo.-
De alguna forma al mayor no le
sorprendía aquella preparación previa. Desde que era un adolescente, o mejor
dicho un simple niño, Shim ChangMin jamás había hecho algo que dejara cabos
sueltos. Desde que había tomado la determinación de fundar su propia compañía y
guiaba a toda una corporación como Majestic, se había vuelto más meticuloso y
cuidadoso.
Apoyando la carpeta sobre la mesa,
dio vuelta las primeras hojas, siendo recibido por una foto de cuerpo de JunSu
en primera medida. Luego, una serie de datos que obligaron a su gesto demostrar
sorpresa, consultando de inmediato con la mirada ajena, como si le pidiera que
le afirmara que lo que estaba leyendo era cierto.
-¿Por qué no me lo comentaste
antes?- Interrogó, golpeando apenas la mesa al cerrar la carpeta. -¿Sabes que
esto es importante?-
-Lo sé.- Interrumpió antes de que
siguiera con aquel sermón, entrecerrando su mirada y dejando de lado aquella
sonrisa para demostrar seriedad. –Lo sé. Pero le prometí a hyung que no sabrías
hasta que tú mismo te toparas con ello. Era la única forma en que podría hablar
contigo sobre el tema.-
YunHo bufó con cierta molestia, tirando
su espalda hasta apoyarse por completo sobre el asiento y masajeando con la
punta de sus dedos su cabeza entre los cabellos. Cerró momentáneamente sus ojos
antes de volverlo a ver.
-Ayer me visitó YooChun.- Comentó
con lentitud, aunque sus párpados terminaron por entrecerrarse al no notar
sorpresa del otro lado. –Al parecer ya lo sabías.-
-No realmente. Pero sabía que ya
se encontraban aquí ¿Sabes? Hace algunos minutos me encontré con tu “BooJae~”-
Dijo en forma pausada, sonriendo con suavidad y ladeando apenas su rostro.
Aquel sobrenombre hizo colapso
directo en el cuerpo de YunHo, pero intentó no mostrarlo. Sus dedos se ciñeron
un poco contra la pluma que había tomado y lo miraron en completo silencio por
algunos segundos.
-Sí, me dijo que venían para
plantear nuevas actividades. Pero para eso necesitan nuestro consentimiento.-
Le informó, ignorando por completo el doble sentido que había intentando darle
ChangMin. Sacó de un cajón aquella carpeta que le había entregado YooChun.
–Debes firmar sencillamente. Y cerraremos un asunto que podría haber sido
solucionado hace muchos años atrás.-
Los dedos largos de Shim tomaron
dichos papeles, y luego de una mirada superficial sacó un bolígrafo para trazar
su firma en los sitios que correspondía bajo la mirada atenta de quien había
sido su líder.
-Al final después de tantos años
creo que al fin podremos vernos el rostro los cinco.- Musitó al momento de
devolverle la hoja, consiguiendo un gesto de incredulidad de parte del otro.
-¿Qué? ¿No te gustaría volver a encontrarnos? Somos adultos que ya no estamos
bajo ningún control.- Se justificó como si fuera obvio.
Pero en su lugar YunHo tomó las
hojas y las volvió a guardar en el cajón de su escritorio, chasqueando con
suavidad su lengua.
-Sabes que es imposible que
JaeJoong y yo nos encontremos en un mismo sitio por más de unos segundos.-
Respondió negando cualquier posibilidad y demostrando su repudio ante la idea.
-¿Aún te sigue doliendo, YunHo?
Ya pasaron muchos años…- Sabía que estaba siendo duro con el mayor, pero espetó
aquello con cierta incredulidad.
Aquel era un tema que Jeong no se
encontraba dispuesto a debatir. Y se lo mostró sacando importancia al asunto.
-Cuando salgas dile a BoAh que se
ponga en contacto con YooChun. Que en la tarde pase por mi oficina.-
ChangMin se sintió frustrado,
porque sin importar cuántas veces hubiera intentado sacar aquel tema, YunHo
siempre lo callaba y cambiaba de tópico con facilidad. Chasqueó su lengua al
incorporarse de la silla, tomando sus cosas.
-Tu y JaeJoong hyung deberían
superarlo ya.- Soltó abrupto y sin esperar respuesta salió de aquella oficina.
Love Desire
-¿No irás a almorzar, HaRyu?-
El joven mitad japonés elevó su
cabeza a la pregunta recibida. TaeHyun lo observó en silencio por algunos
segundos, esa mañana le había sorprendido que Han hubiera llegado más tarde de
lo usual y a diferencia de los anteriores días no le había dirigido ni siquiera
la mirada. Estaba perdido en sus pensamientos. Su amigo había comprendido
aquella petición silenciosa de no ser molestado, por lo que le dijo que le
traería algo de comer y cerró la puerta del aula que quedaba prácticamente
vacía al salir.
HaRyu agradecía la forma en que
Shim lo conocía y respetaba su espacio cuando lo necesitaba. Cruzó los brazos
sobre la mesa de su pupitre y cerró los ojos. Aquella corta charla que había
tenido ese día con su tío le había dejado un sabor amargo por toda su garganta,
y a pesar de que ya habían pasado horas de eso sentía que su corazón dolía.
Desde que tenía uso de razón él había admirado ciegamente a su padre, aquel
hombre de talento y reconocido en Japón. Al punto que jamás había sentido la
necesidad de corroborar aquellos rumores que circulaban sobre él y su pasado.
Ahora se arrepentía, porque creía
que había idealizado demasiado a un ser humano. Y eso dolía profundamente al
sentir la decepción en su pecho. Sabía que no podía deprimirse o llorar, aún no
estaba listo para afrontar a su padre directamente, y estaba casi seguro que
ese día YooChun se lo diría.
Nuevamente su corazón latió con
fuerza y frotó las palmas de sus manos sobre su rostro, como si aquel gesto le
calmará el corazón que dolía dentro de él.
El ruido de la puerta moverse lo
alertó, y por unos segundos su mirada se encontró directamente con la de
JiHyuk. Pero esto no duró demasiado, el mitad japonés de inmediato esquivó la
mirada y sacó el libro que continuamente llevaba con él, para evitar el
ambiente tenso con su compañero.
Jeong mantuvo la mirada sobre él,
a pesar de no ser correspondida. Y aprovechó aquella pequeña intimidad para
poder despejar al fin sus dudas. Sus costosos zapatos hicieron un ligero sonido
al irse acercando a él, intentando llamar su atención al chasquear su lengua.
Aunque no fue efectivo, HaRyu no volteó a verlo.
-Pareces agotado y pensativo,
Kim.- Su apellido salió fuerte y claro. Adrede en sus palabras.
Esa era una jugada que sin dudas
el hijo de JaeJoong no se esperaba. Sus rasgos lo traicionaron y mostró la
clara sorpresa en sus facciones, elevando su cabeza para poder verlo. Haciendo
con este gesto que JiHyuk despejara todas sus preguntas.
-Creo… Que te confundiste de
apellido.- Se apresuró a decir. Haciendo que su tonada coreana saliera torpe, y
de inmediato volviera a bajar su cabeza de nuevo a su libro.
-No, no lo creo.- Respondió en
forma pausada, dibujando un poco más la sonrisa de sus abultados labios. –Aunque
aún no logro comprender cómo la prensa no se enteró que el hijo del gran
cantante Kim JaeJoong estaba en la misma escuela que los hijos de sus ex
compañeros de grupo ¿No sería un increíble titular? Mejor aún, que su hijo esta
en la empresa SM.-
Un fuerte escalofríos golpeó su
espalda y el libro que sostenía se deslizó de sus dedos, cayendo directamente
sobre la mesa. La desesperación hizo que su corazón latiera con fuerza y se
paró de golpe, tirando la silla en el impulso. Pero no le importaba, su mirada
lo fulminó de inmediato.
-¡Es imposible sepas eso!
¡Estuviste hurgando en los documentos del colegio!-
Ante su acusación JiHyuk rió
fuerte, elevando sus manos como si de esa forma estuviera fingiendo inocencia.
-Te equivocas, Kim HaRyu. Hurgar
en los documentos privados del colegio sería una gran falta, algo que
decepcionaría a mi padre de mi comportamiento. Y, a diferencia de tí, yo no
pretendo lastimarlo.- Cada palabra salía lentamente, con sus ojos pequeños
puestos directamente sobre los profundos y grandes del ajeno.
El japonés sabía que estaba
haciendo todo aquello adrede. La sonrisa y la forma en que su tono salía con
sorna. Dejándolo sin escapatoria, porque era evidente que él había avanzado
mucho más lejos de lo que HaRyu pudiera negar. Y como si fuera un signo de su
derrota, bajó suavemente su cabeza, mordiendo fuertemente su labio inferior.
-Yo… Por favor, no se lo
menciones a nadie.- Pidió apenas audible. Con un ligero sonrojo de pura
vergüenza que terminó envolviendo su rostro. Se sentía humillado.
-¿No decirle a nadie? ¿Me
sugieres que le oculte información tan importante a mi padre?- Preguntó en
forma pausada, cruzando sus brazos a la altura de su pecho. –Yo no suelo
ocultarle las cosas, Kim. No me prejuzgues.-
-¿No sueles mentir? ¿Es broma?-
Gritó colérico, sin darse cuenta que había empezado a ocupar su idioma natal.
Su pecho retumbaba en los fuertes latidos y sus ojos se habían llenado de
lágrimas, todo fruto del coraje que lo estaba recorriendo. –Siempre estás
fingiendo en frente de los demás. Como si fueras un niño bueno, inclusive en
frente de TaeHyun. Pero esta es tu verdadera cara.- Siguió palabra tras palabra
en japonés, sin importarle si él le comprendía o no.
-Tranquiliza tus garras, gatito.-
Soltó divertido por toda aquella situación. Y para sorpresa de HaRyu en un
japonés bastante acertado. Apoyó sus manos sobre el pupitre que estaba cerca de
él, manteniendo aún su mirada fija con la de él. -¿Crees qué te daría la
ventaja que significa el nombre de tu padre?- En un tono más seco escupió las
palabras, dejando que cualquier rastro de sonrisa desapareciera. –Desde que
tengo memoria estoy preparándome para debutar, y no tienes la más mínima idea
la cantidad de veces … Que escuché hablar de tu querido padre.-
Esa declaración era algo que el
pelirrojo no se esperaba. Sus ojos se abrieron, sintiendo por primera vez el
verdadero enojo que cargaba JiHyuk en la forma en que lo observaba. Aunque este
al darse cuenta chasqueó su lengua, retomando la altura prepotente de una
sonrisa.
-¿O tal vez debería? Así tal vez
puedas colocarte a mi altura.- Con una última mueca lo miró con sus ojos
afilados y posteriormente se giró, saliendo del curso, sin importarle si habían
quedado palabras en el aire sin concluir.
HaRyu tenía los nudillos blancos,
temblando ligeramente antes de soltar un fuerte quejido. Pateó con fuerza su
mesa y se giró, golpeando directamente la pared. Por primera vez, odiaba
profundamente haber llegado a Corea, se sentía sin escapatoria alguna.
Love Desire
Sus pies se deslizaban con
maestría sobre la superficie de madera pulida. Sus brazos se extendían con
suavidad y su expresión se mantenía relajada, mirando cada tanto el reflejo que
le devolvía. La música estaba envolviendo por completo sus sentidos y JiYool se
dejaba poseer, era la única forma en que su corazón dejara de estar nervioso y
su cabeza anulara los pensamientos.
Le dolían algunas zonas de sus
músculos, pero realmente no le importaba. El dulce bolero la hacía girar sobre
la punta de sus píes, con la técnica que durante tantos años había aprendido en
sus clases de ballet. Un ritmo lento que guiaba cada movimiento y la sumergía
en su mundo, ignorando cómo la puerta había sido abierta y una mirada masculina
estaba expectante a aquel show íntimo. Pero no duró demasiado en esa posición,
con seguridad sus pasos se adentraron hasta quedar muy cerca de ella, su mano
se extendió a tomarla y hacer que con un giro se acercará a él.
JiYool se asustó, abriendo sus
ojos y alejándolo por inercia, pero cuando su mirada se topó con la de su
acompañante dejó salir un corto suspiro de alivio. No se volvió a negar, y
ahora su cuerpo se había relajado entre sus brazos, dejando que el muchacho que
era más alto que ella la guiará por el salón. Una danza donde sus cuerpos
estaban pegados y sus dedos se acariciaban pausadamente, entrelazando sus manos
con seguridad.
El joven dejó salir un suspiro y
la otra mano que estaba sobre la delgada cintura de la bailarina subió a
delinear su rostro, haciendo que sus rostros se acercarán un poco más. Ambas
bocas se rozaron, pero no llegó a concluir el beso, porque fue JiYool que giró
su cabeza, deteniendo sus pasos justo en el instante en que la música culminaba
su última tonada.
-JiHyuk podría venir.- Logró
murmurar sobre el silencio que había envuelto a ambos.
En respuesta obtuvo un bufido del
otro lado, sabía que a él le molestaba recibir aquella clase de “excusas”, pero
en esa ocasión era verdad. Aún se encontraban dentro del colegio. El muchacho
se separó de ella y no le volvió a dirigir la palabra, se giró sobre sus
talones y salió de la pequeña sala de ensayo sin disimular la molestia que
sentía al golpear con fuerza la puerta.
Nuevamente quedaba sola. Pero
toda aquella tranquilidad que había conseguido se agolpaba directamente en su
garganta, haciendo que sus ojos se cubrieran de lágrimas. Subió la mano a cubrir
unos segundos su rostro con las palmas, intentando ahogar aquel sollozo que golpeaba
directamente su garganta y mordiendo fuertemente su labio inferior, allí donde
aún podía sentir el calido aliento que hace unos segundos había golpeado su
boca.
Caminó rápido hasta su bolso y
sacó de su interior su móvil. Se apoyó contra el espejo mientras que esperaba
que la atendieran, limpiando las lágrimas que habían marcado rebeldemente su
mejilla.
-¿JiHyukkie? ¿Puedes venir? Estoy
en la sala de ensayos del primer piso.- Le pidió rápido, con un hilo de voz.
Escuchando la inmediata respuesta y sonriendo con amargura. –Si, estoy bien.
Solamente son los nervios, te espero…-
Colgó la llamada y apoyó el
aparato sobre sus piernas flexionadas, con los ojos puestos en la luz del
techo. Algunas veces se cansaba demasiado de ese juego.
Love Desire
YooChun sacó de su rostro los
lentes oscuros para leer los papeles que YunHo le ofrecía. Empezó a pasar las
hojas y controlar que todo estuviera en orden bajo la atenta mirada del mayor
que estaba sentado en frente de su escritorio. Consiguiendo que Park luego de
unos segundos elevara sus ojos a verlo, riendo en forma corta al cruzarse de
brazos.
-Está todo en orden, puedes
relajarte, líder.- Espetó con tranquilidad, acomodando en una carpeta todo lo
que le había entregado.
YunHo rió a esa simple frase,
apoyando su espalda en el sofá y haciendo un ademán con su mano para negar.
-Sé que está todo en orden. Los
abogados me lo aseguraron, solamente te miraba y pensaba que has aprendido
muchas cosas como manager. Se nota en tu mirada y cómo analizas cada una de las
cosas.-
Las gruesas y oscuras cejas del
compositor se elevaron un poco. No esperando esa respuesta, terminó haciéndole
reír, ladeando suavemente su cabeza.
-Digamos que el tiempo me ayudó y
unos cuantos cursos cortos. Al final de cuentas desde que tengo memoria estoy
en la industria de la música, pero ya no me interesaba estar arriba de un
escenario y fue una buena apertura para mí.- Su cuerpo se había relajado apenas
al hablar más ameno con Jeong. Sin darse cuenta de ello, era inconsciente cómo
se sentía cómodo en ese ambiente. Muy diferente a la primera reunión que habían
tenido. –Aunque creo que tú comprenderás exactamente a lo que me refiero. Al
final de cuentas, decidiste seguir otro camino a ser un bailarín o coreógrafo.-
El CEO pasó apenas su mano a su
propia nuca en un gesto algo cansado, porque aquel tema era algo que su mujer
en forma constante le reclamaba.
-Algo por el estilo. El baile es
algo que lamentablemente no se puede hacer para siempre, el cuerpo no reacciona
de la misma forma.- Argumentó con una ligera curva que marcó las líneas del
costado de sus labios.
-Oh, es cierto, ya estamos
viejos…- Murmuró en forma distraída, pasando una de sus manos por su propio
cabello para correrlo hacía atrás.
-Tampoco es para decirlo de esa
forma.- Se excusó de inmediato, soltando una carcajada que cubrió con el dorso
de su mano.
Por primera, YooChun sonrió y
sacudió su cabeza de un lado al otro. Extendiendo sus piernas para poder
levantarse de su lugar, mientras que marcaba una de sus cejas elevadas en un
gesto casi cínico.
-Eso lo dirás por mí ¿No es así,
hyung?- Preguntó como despedida, antes de tomar la carpeta e inclinar su cabeza
de manera respetuosa.
YunHo chasqueó apenas su lengua
contra su paladar y se incorporó rápido. Siguiendo los pasos de Park fuera de
su propia oficina, consiguió una mirada interrogante del menor, con una pequeña
pregunta muda en su accionar.
-Te acompañaré abajo. Me dijeron los
problemas que tuviste la última vez para salir de la empresa. De todas formas,
debo ir a ver a los estudiantes. Pronto debutaremos un nuevo grupo.- Jeong
hablaba en forma natural, sin detenerse a pensar siquiera que hace más de diez
años que no conversaban de esa forma.
-¿Un nuevo grupo? Vaya, espero
que no sean docenas de ellos.-
Ambos ingresaron al elevador y
fue el director de la empresa quien presionó el botón del hall principal. Y,
aunque YooChun se apoyara contra la pared, YunHo se mantuvo recto, con la
espalda erguida y aquella imponente presencia de elegancia que no pasó por alto
a su ex compañero.
-No, hace tiempo que hemos
desistido de ello.- Comentó con una pequeña risa. –En un principio consideramos
un grupo de cuatro personas. Pero con un cambio de último momento serán cinco.-
-¿Cinco?- Preguntó al separarse
del lugar que estaba apoyado, empezando a caminar en el instante en que las
puertas fueron abiertas. –Suena el número perfecto.-
YunHo no pudo evitar sonreír a
esas palabras, asintiendo al retomar de nuevo su marcha. Ambos hombres llamaban
la atención de todos los que se encontraban en el hall principal, pero a
diferencia de los días anteriores nadie se abalanzó a YooChun. Gracias a la
presencia del presidente allí, todos se comportaban, inclusive los niños que
pasaban al lado de ambos.
Fue cuando en frente de ambos
notó a un grupo más o menos grande, de alrededor de diez adolescentes siendo
guiados por un instructor, que Park tensó sus facciones al reconocer fácilmente
aquel cabello pelirrojo perteneciente a su “sobrino”. Y fue cuestión de
segundos para que HaRyu se percatara de su presencia y la del CEO.
Sabía que con unas palabras a
Jeong su corto trayecto como aprendiz acabaría completamente truncado. Porque
todos en esa empresa pensarían que se estaba burlando al ingresar con un
apellido que desviaría la atención de su verdadera procedencia. En forma
automática, el mitad japonés bajó su cabeza con vergüenza, aunque sus pasos no
se detuvieron en seguir a su grupo. Pero a diferencia de lo que pensaba, nadie
lo detuvo. Unos segundos después elevó su cabeza y notó que ya habían pasado a
YooChun. No el importó retrasarse un poco, giró su cabeza a ver cómo a unos
cuantos pasos más, este seguía una conversación amena, ni siquiera una mirada a
él. En ese silencio, HaRyu comprendió que aquel secreto quedaría entre ambos
hasta que pudieran volver a hablar.
-Joven Han, por favor no se
retrase.- Le recriminó su instructor y de inmediato asintió.
Junto a su grupo terminó
ingresando a una sala de grandes dimensiones. Siendo el último en ingresar,
cerró las puertas detrás de su espalda, perdiendo de vista a su tío y a aquel
hombre con que había simpatizado desde el primer momento. Con un alivio
naciendo en su pecho se acercó a donde estaban todos parados, notando que no
eran los únicos allí reunidos, sino que había varios de grupos más avanzados.
El murmullo que había entre todos cesó casi de inmediato cuando un hombre de un
porte amable se paró en frente de ellos.
-Bienvenidos sean todos. Hoy
habrá una pequeña competencia y nos gustaría que todos demostraran sus
habilidades al máximo ¿Está bien? No se deben intimidar, sino demostrarnos a mí,
y a los demás inspectores lo que tienen para ofrecernos. No sucederá nada si
fallan, no deben preocuparse por eso.- Les aclaró con lentitud. –Como se darán
cuenta, son solamente hombres los llamados. Pueden dividirse en bailarines,
raperos y vocalistas en tres filas y empezaremos.- Sus manos marcaron en donde
debían posicionarse cada uno. Al ver que sus ordenes eran acatadas se giró a
tomar los folios que le alcazaba un asistente.
-JoonMyun ssi ¿Está bien que no
le diga para que se los evaluará?- Preguntó la joven mujer que lo acompañaba.
El hombre negó con suavidad y
miró de reojo a los niños que se acomodaban con rapidez.
-Si supieran ahora que el que gane
estará en el nuevo grupo solamente conseguiría ponerlos nerviosos.- Le confesó
en voz baja, dejando aquello entre ambos. Luego de recibir un asentimiento de
la mujer, volvió a enfrentarlos con una pequeña sonrisa amable. -¡Muy bien!
¡Comencemos!-
Love Desire
Cuando BoAh llegó a la oficina de
YunHo no le sorprendió encontrar esta vacía. Desde hace dieciséis años que
estaba casada con él, y conocía de memoria aquella rutina que a esas horas sacaba
a Jeong para recorrer los pasillos donde los grupos ensayaban y los aprendices
tomaban sus clases con gran énfasis. Normalmente ella no tenía la necesidad de
ingresar o buscar algo, YunHo estaba siempre pendiente de que todo estuviera al
día, pero esa tarde las cosas habían estado especialmente movidas cuando no
faltaba más que semanas para que los especiales de navidad se llevaran a cabo.
No quería sumarle más preocupaciones a su marido, así que ingresó hasta su
escritorio, resonando sus altos tacos contra el mármol antes de empezar a
buscar en esos grandes cajones.
-Un hombre de cuarenta años tiene
este lío.- Soltó en un bufido, porque a pesar de que el CEO era meticuloso en
que todo estuviera en orden, esto no involucraba su orden personal.
Empezó a apilar sobre el centro
del escritorio las carpetas que iba sacando, buscando aquella factura de color
rosado que tenía como objetivo y leyendo por encima los demás papeles para
asegurarse de no estar pasándolo por alto. Fue por esto, que entre el cúmulo de
hojas impresas le llamó la atención una en especial. Una hoja descuidada, de un
color hueso que en sus bordes demostraba el claro paso del tiempo. Pero lo que
más le llamó la atención fue aquella caligrafía, que aunque no la veía hace
muchos años, BoAh conocía a la perfección.
-“Yunnie ¿Cuánto tiempo tendré
que esperar para volver a verte? ¿Sabes lo solo que me siento sin tí? ¿Tienes
idea de cuánto te necesito?”- Las primeras frases las leyó en una voz baja, en
apenas un murmullo que fue para ella. Sus ojos de inmediato volvieron a aquel
cajón en donde había encontrado aquella carta, y removió los papeles, buscando
algo más, cosa que no encontró inclusive aunque hubiera sacado todo su
contenido.
Por unos segundos su mirada se
perdió en la oficina y mordió con fuerza su labio inferior, volviendo su vista
a aquella carta. Empezó a leer, salteando entre frases que hicieron que su puño
se contrajera, arrugando un poco la hoja e intentando controlarse para no
romperla.
-“Te espero esta noche en donde siempre.
Te amo…”-
En su cabeza resonó aquella frase
una y otra vez, con su mirada puesta en la firma que subrayaba “JaeBoo” y la
fecha que la guiaba a Diciembre del año 2017. Por unos segundos le dejó de
importar aquella factura que la había llevado allí y guardó la carta en el
bolsillo de su chaqueta. Se levantó y salió de la oficina en busca de YunHo.
Continuará…
Nota especial:
Antes que nada me gustaría
agradecer a las personas que han seguido mi historia en este tiempo. Desde hace
muchos años que escribo, pero con los años las cosas se complican un poco. El
estudio, las obligaciones y descubrir lentamente que las cosas al madurar no
son sencillas. En parte, estas experiencias que me están tocando vivir me
ayudan a escribir esta historia, porque me no quiero piensen hay malos y
buenos, sino simples personas que se equivocan y están aprendiendo a vivir con
sus errores y con la consecuencia de sus actos. Yo al igual que todas las fans
no sabemos que ocurrió con la demanda, y no estoy a favor de un lado en
particular, sino de amar la música que hagan JunSu, YooChun, JaeJoong, ChangMin
y YunHo, sea cual sea la decisión de cada uno, así sea juntos, revueltos,
divididos. Hay muchas sorpresas que planeo para el desarrollo de la trama, así
que espero que lo sigan disfrutando.
Debo confesar que la última vez
que actualicé me desanimé por completo a seguir. En varias oportunidades me han
dicho o alentado a seguir escribiendo, inclusive se han quejado de cuanto tardo
en actualizar esta historia. Pero quiero que por un segundo se pongan del lado
de la autora (porque sé que no soy la única que le pasa) ¿Con qué cara se puede
quejar alguien o criticar a alguien por no tener tiempo de escribir hojas y
hojas si es que los que la leen no se toman ni cinco minutos para decir algo
sobre ella? Los autores de fanfics no tienen ninguna remuneración más que saber
que opina la gente sobre ellos. Es por lo que también, decidí crear mi propio
blog, para poder al menos saber cuanta gente lo lee, algo, tener una noción de
que no estoy escribiendo para una pared. Espero que no se tomen mal este
comentario, pero es lo que sentí y sé que varios autores sienten.
Agradezco HeartBreakerGirl, sus
palabras fueron las que me dieron ánimo a retomar el ritmo y a seguir con esto.
Y no es porque me comente, sino que me hizo recordar que yo también disfruto el
escribir. Así que muchas gracias. Y, además, a Tsuki, que siempre hace de beta
en mis historias.
Sin más que agregar, espero que
disfruten de mi blog que procuraré subir cada tanto varias historias. Muchas
gracias por leer mi extenso palabrerio ^^ Nos leemos pronto.